jueves, 20 de junio de 2013

Madre de la Consolación

¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?



¿No estás bajo mi sombra y resguardo? 
¿No soy yo tu salud? 
¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? 
¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?
(Maria en el Tepeyac)
. .
..El argentino Adolfo Perez Esquivel, en la 12 Estación de su Via-Crucis presenta:  Jesús descendido de la cruz, que queda en manos de su madre.

El Premio Nobel de la Paz (1980) nos regala una nueva imagen de la Piedad, la madre con el hijo a solas, en un nuevo y definitivo alumbramiento (como en la Pietá de Miguel Angel).Ella es la humanidad sufrida y consolada por Jesus, el Hijo de Dios y de la humanidad. 

Los  dos son colocados por el activista de los Derechos Humanos y de la Paz, dentro del Útero de Dios Padre-Madre. La madre y el hijo, eso es Dios, todo el universo, la tierra preñada de vida.

Significativamente, en la Piedad de la Amerindia Afro Latina no se puede hablar de Consolación-Liberación sin la Madre dolorosa y el Hijo crucificado, sin la mujer a su lado, compañera de camino, energica y cariñosa , en la lucha para no morir y en la fiesta  de la vida resucitada. 


Abajo, en el seno de la roja tierra, se reune los discipulos-misioneros, del Crucificado-Resucitado,  a la luz de algunas velas para comer el pan partido y repartido, para beber el vino de la alinaza amiga. Son los cristianos de las catacumbas que salen, iluminados y energizados por el Otro Consolador, a testimoniar la fraternidad, celebrar la consolación pascual e ir más allá, para continuar la misión de consolación-liberación, al servicio del rienado del buen Dios. 

La Consolata, consolada y consoladora, en el Continente del Papa Francisco, tiene muchos nombres, pero es siempre La Consolata.


!Feliz fiesta de La Consolata!
2013


lunes, 17 de junio de 2013

Nuestra Señora de la Fecundidad

La Consolata 
vista desde mi horizonte de comprensión con relación al  mundo Quichua, podría llamarla:
 Nuestra Señora de la fecundidad


Inti-allpa”, sería el Sol  que penetra en tierra y con la ayuda de los Espíritus hace fecundar, hace parir vida. No una simple vida, sino vida y vida en abundancia, vida digna, vida que no es otra cosa  que Suma Kawsay o suma Qamaña o Allin Kawsa o en los Misak:  Latá latá. Un buen vivir que en palabras de José  Allamano lo traduciría en el “amarán a una religión que más allá de las promesas futuras los haga más felices aquí y ahora”.  

La tierra tiene un propósito: vida para todos y para todas. ¡Esto es fecundidad! Esto es el sol que consuela a la tierra y ésta es la Consolata.

Ahora bien, la celebración de nuestra madre Consolata es el 20 de junio… qué feliz coincidencia! El Inti Raymi  (festividad sagrada del sol) también se celebre en el mes de Junio a partir del  día 21, año nuevo andino, solsticio de verano en el norte y de invierno en el sur.  Es tiempo de agradecer por la LUZ, agradecer por las cosechas y exaltar la fecundidad de la tierra.


Sin embargo; el AJAYU,  palabra aimara que significa: Espíritu, fuerza vital, CORAJE, vitalidad, se puede perder según la tradición andina a causa de “un susto, de profanar un lugar sagrado, de ser irrespetuoso, de maldecir al prójimo, de estar desanimado o desesperado o ensimismado en uno mismo”. 

Quizá muchas de nuestras culturas indias están perdiendo su AJAYU; quizá nosotros Misioneros dela Consolata, estamos perdiendo nuestro AJAYU.   

Con lo que acabo de escribir, desde mi horizonte de comprensión, desde mi sentipensar, desde mi corazón que siente y piensa, creo que mi misión como Misionero de la Fecundada y como hijo del Padre Allamano,  no es otra que la de fecundar; contrario a los consoladores que solo ofrecen raticos de placer dejando soledades mayores.


Dar vida es nuestra misión. Luchar contra todo lo que no sea vida, es nuestra causa y así, podremos proporcionar a diversas culturas vida para rato. Vida eterna y gozosa que comience aquí y ahora.   

Fernando Florez
Licto - Ecuador
Junio 2013