Equipo de Vida – Reflexión – Trabajo
El Instituto misionero de la Consolata, en la Región Colombia, ha apostado por una Animación Misionera – Juvenil y Vocacional, realizada mediante Equipos de vida, reflexión y misión.
Varios son,
entonces, los conceptos que confluyen e interactúan en esta modalidad que,
operativizándolos, configuran una verdadera experiencia y estilo de vivir y
trabajar.
El equipo nos
ubica en el núcleo identitario y diferenciador del ser humano, gregario por
naturaleza, que nace y se hace en la relacionalidad socio-política,
religioso-espiritual, ecológico-económica e íntima-personal. Este tejido de
relaciones que vienen a constituir y construir la cultura o mejor las culturas,
son las que mantienen al ser humano en búsqueda permanentemente de grupos con
los cuales referenciarse por diferentes motivos, sean familiares, religiosos,
sociales, políticos y/o por empatías académicas, filantrópicas o de otro tipo.
Hay una gran
diferencia entre los “equipos de trabajo”, multidisciplinares,
interdisciplinares o transdisciplinares, que hoy promueven e implementan las
empresas e instituciones para alinear y orientar el comportamiento de los
individuos, buscando productividad, competitividad y logros de objetivos,
enfocados todos al cambio y mejoramiento continuo de las estructuras
organizacionales para cumplir así con la misión y visión preestablecidas, y los
“equipo de vida”.
Aunque estos
últimos tengan mucho que aprender de los primeros, el primero objetivo y la
principal área de inversión está en la vida y no en la producción, conscientes
que, optimizando la vida individual y colectiva, se cualificará la institución
y el ejercicio de su misión.
Los “equipos
de vida” de los Misioneros de la Consolata han venido, desde hace unos 10 años,
convocando y proponiendo a jóvenes bachilleres, universitarios y profesionales
una manera de entender e invertir la vida, en una modalidad (entre la
itinerancia, la estabilidad y el estudio); un estilo (convivencia permanente en
un Centro de Animación Misionera y vinculados jurídicamente a un Colegio del
Instituto o a través del “Año Misionero”); una espiritualidad típicamente
cristiana (centrada en Jesús y su propuesta del Reino de Dios), misionera
(enfocada más allá de las fronteras personales, sociales, culturales,
religiosas y geográficas) y de consolación-liberación, teniendo a María como
modelo y guía y a José Allamano como padre y formador; un ideario
altermundialista (otro mundo posible); una gestión económica comunitaria
(con recursos del Instituto y generados
por los mismos Equipos); un plan de acción local, zonal, nacional e
internacional; unos procesos formativos integrales y dinámicos, fruto de la
praxis generadora de contenidos, actitudes y nuevas habilidades.
1.
Integrado por un grupo de cinco de personas: un Presbítero Misionero de la Consolata
(Salvador Medina) y cuatro jóvenes, mayores de edad, dos muchachos y dos muchachas,
provenientes de Bogotá (Francisco Martínez y Mariana Plazas), Cúcuta –
Santander del Norte (Paula Martínez) y Puerto Leguizamo – Putumayo (Juan Camilo
Romero).
2.
Todas inquietas académicamente y en formación continuada:
Francisco es Psicólogo y estudia Voluntariado social; Mariana ingresa este año
a la Universidad a estudiar Psicología; Juan Camilo es Auxiliar de enfermería,
voluntario de la Cruz Roja e inicia a estudiar Administración en salud; Paula
es Comunicadora Social y se está especializando en Gerencia Social.
3.
Todas participantes, a diferentes niveles, de actividades
promovidas y realizadas por la Animación Misionera, Juvenil y Vocacional – AMJV
de la Región IMC - Colombia: Francisco (Pacho) llegó junto a los Misioneros de
la Consolata a través de las Escuelas de Perdón y Reconciliación, siendo
estudiante de bachillerato, se vinculó a la Revista Dimensión Misionera en
2010, trabaja con los Misioneros de la Consolata desde 2011 y como Animador
alter mundialista desde 2011; Juan Camilo, siendo de una Parroquia acompañada
por los Misioneros de la Consolata, tuvo su primer contacto con la AMJV en el
2013, durante la Convencía del grado 11°, en el 2014 hizo el año Propedéutico
IMC, en el 2017 el Año Misionero en Bucaramanga, en el 2020 el Año Misionero en
Bogotá; Mariana, habiendo hecho sus estudios de base en el Colegio José
Allamano de Bogotá, se encontró con la AMJV en las convivencias e hizo el Año
Misionero en el 2020; Paula tuvo su primer contacto con la AMJV en el 2012, en
un encuentro de Pastoral Vocacional de las Hermanas de la Presentación, en
Bucaramanga, animado por jóvenes de la Consolata, en el 2021 se vincula al
Equipo del CMC como Animadora Juvenil y Vocacional, integrando el Equipo de la
Comunicación Regional.
Estamos iniciando este nuevo tiempo en contexto de pandemia y habitando una casa, expresamente habilitada para el Equipo, en la Carrera 72B N°23F-19, Barrio Modelia, Bogotá y asumiendo el Centro de Misión y Culturas – CMC, a seis cuadras de distancia, como lugar de trabajo y plataforma de acción.
Creemos que,
en este tiempo de desolación humana y asolación ambiental, es más necesaria que
nunca la Animación, con ese ingrediente particular de la Consolación.
Aquí estamos para servirles. ¡Sean bienvenidos!