jueves, 10 de abril de 2025

Semana Santa

 Coyunturas del Amor

Encuentros
 
Dia de intimidad festiva y fiesta de tradición.
¿Dónde, con quién y con qué lo celebraremos?
No será en la Betania del camino, sino en la Jerusalén del templo,
en amplia sala, con mesa previamente preparada.
 
Rostros, perplejos de discípulos expectantes, escuchan al Maestro.
“Ardientemente he deseado pasar esta Pascua con ustedes”
Momento que Jesús venía contemplando, como inicio del final,
noche de confidencias y dádivas gestadas en un compasivo corazón.
 
Despedida entre amigos, con legado para compañeros de misión,
momento apasionante, entre trágico y sublime, anticipo de la Pasión.
Miradas entrecruzadas, mezcladas con gestos, palabras y silencios,
mesa del pan compartido entre almohadones, del vino a sorbos bebido.
 
El Maestro, con humilde lienzo ceñido, lava los pies a “los del Camino”,
toma pan y dice: coman, este es mi cuerpo que es dado por ustedes,
toma vino y dice: beban, esta es mi sangre, derramada por ustedes.
Hagan ustedes lo mismo. Háganlo en memoria mía.
 
Hora de despedida, profundamente sentida, pero no abandono.
No se les turbe el corazón, ni tengan miedo:
¡“No los dejaré huérfanos”!
“Rogaré al Padre y Él les dará otro Consolador”
 
Por la noche, experimentará el miedo y la soledad, allá en el huerto
en el tribunal los jueces lo condenarán,
en el calvario los soldados lo crucificarán.
Desde la cruz genera comunidad nueva: mujer madre - discípulo hijo.
 
Confiado en el Padre, entrega su Espíritu, agoniza y muere.
Sus discípulos lo encuentran vivo en la casa, el camino y el trabajo,
alegres, lo quieren retener, pero se les va a la casa del Padre
prometiendo su presencia en la ausencia: estaré con ustedes, hasta el fin.
 
¡Resucitó!
Está con nosotros, nos dicen sus testigos.
Nosotros, los que lo escuchamos y seguimos, lo sentimos.
¡Feliz Pascua 2025!