“Somos Iglesia, somos agua, somos vida, somos esperanza en acción”
Cumbre
Amazónica del Agua, celebrada en Iquitos (Perú) del 1 al 3 de octubre
Los seres humanos somos agua hasta en un 70 %. En este encuentro, el agua que está en nosotros, el agua que somos todos los presentes allí, se ha juntado para hablar, para denunciar, para susurrarnos a nosotros mismos, para gritar al mundo. Porque, aunque el agua está tan agredida “que ya no canta”, como dice Serrat, sí que habla. ¿Y qué ha dicho?
Soy
un sujeto,un tú, interlocutor. No soy un “recurso”, algo con lo que comerciar,una veta para la codicia, una mercancía. No. Soy sagrada, el fluido divino,la fórmula de la vidael secreto del futuro. Tengo derechos. Y por tanto ustedes, los hombres y mujeres,tienen serios deberes para conmigo. Me duele oler mal, ser veneno,ser causa de muerte y no de vida,ser fuente de conflictos…Me
aflige que me hayan quitado mi color azul. Únanse, escúchense, dialoguen,busquen a otros para luchar,reconociéndose todos como parte del Agua global. Y recuerden que yo me muevo,que si me estanco me pudro y emponzoño,así que se tienen que poner en marchacon creatividad,con firmeza,con tenacidad,para que todos puedan ser manantiales que broten “hasta la vida
eterna” (Jn 4, 14),todos puedan vivir con salud, en armoníay felicidad.Especialmente los más pequeños y vulnerables.
(César Luis Caro, 04/10/2025, en ReligiónDigital)