miércoles, 16 de octubre de 2019

La misión para que la vida no se muera

Salud preventiva
Al servicio de la vida con calidad


De repente, en la tarde del sábado 5 de octubre, se escuchaban lenguas y lenguajes diferentes, al acostumbrado Castellano, en la casa de los Misionero de la Consolata, en la Unión – Valle, Colombia. 

Jóvenes de algunas comunidades indígenas, Embera Chami, del Norte del Valle, llegaban, con sus humildes morrales a la espalda, para participar en un Curso de salud preventiva, promovido por los Presbíteros Carlos Zuluaga y Javier Velásquez, misioneros de la Consolata, al servicio de la Pastoral Indigenista, en la Diócesis de Cartago. 

El curso bilingüe, desarrollado en embera y castellano, con duración de una semana (ocho días), fue planeado en su estructura y coordinado en su ejecución, por el joven Carlos Alberto Yagari Panchi, indígena embera, estudiante de Enfermería, ya próximo a concluir su formación profesional. 

En este curso, basado en la AIEPICOMUNITARIO, colaboraron algunos miembros de la comunidad de fe de San Luis, corregimiento de la Unión, otros integrantes de la Pastoral Indigenista de la Diócesis y profesionales en diferentes áreas de la salud: médico cirujano, especialista en medicina forense, personal del Hospital de la Unión, enfermeras, higienista oral, bacterióloga y algunos más. Un servicio interdisciplinar, profesional, solidario y cargado de mucho amor.

Panchis, como se le conoce en las Comunidades Embera, explica el motivo y las
motivaciones del curso: “Viendo la realidad y la necesidad urgente para intervenir en la morbimortalidad de los niños indígenas, es una y más razón por el cual se actuó inmediato de convocar a jóvenes indígenas para ver juntos como prevenir, promocionar e implementar unas prácticas seguras en los cuidados de los niños indígenas”.

Morbimortalidad: para entender mejor las motivaciones y objetivos del curso, podemos descifrar el significado de morbimortalidad, término técnico utilizado por Panchis, al presentarlo: dividimos la palabra en dos partes, en primer lugar “morbi” que indica la cantidad de personal que se enferman, especialmente niños, en una determinada población y dentro de un periodo determinado de tiempo. En nuestro caso se trata de la población indígena embera del Norte del Valle, especialmente la de los municipios del Dovio, Versalles, Bolivar y los cañones Garrapatas y San Quininí. En segundo lugar “mortalidad” que indica la cantidad de muertes o defunciones que se registran en n esa población, durante ese período de tiempo determinado, En este caso en el año 2018. Así pues, la morbimortalidad sería la muerte causada, en una determinada población y durante un periodo de tiempo preciso, por enfermedades constatables y prevenibles.

A partir de las situaciones causadas por enfermedades comunes como la malaria, el sida y otras enfermedades de transmisión sexual, el cólera, la diarrea, la fiebre hemorrágica, el mal de chagas o los varios tipos de gripe, los parásitos, etc., además de la deficiencia alimentaria, la calidad de las aguas y la mala nutrición, se obtienen datos sobre el sistema de salud, estatal y de las comunidades que, aunque lamentables y alarmantes, nos indican las acciones y procesos de formación, intervención y prevención a corto, medio y largo plazo.  

De la misma manera, la morbimortalidad ayuda a identifican los porcentajes de muerte por enfermedades transmisibles o no, por deficiencia en el acompañamiento de la maternidad, los partos y el cuidado de los recién nacidos. 

Mucha de esta información y la sufrida experiencia vivida por personas individuales,
familias, comunidades, Resguardos y Pueblo Embera, en general, fueron nutriendo y provocando o desafiando la creatividad de los asesores del Curso, junto con los jóvenes Agentes de salud, para leer mejor la realidad, combinando saberes ancestrales y avances científico-tecnológicos, para crear e implementar respuestas preventivas, para un Pueblo que, aun siendo seminómada, por diversas causas, habita en lugares alejados de los centros urbanos, generalmente montañosos y de difícil acceso, con climas de selva tropical. 

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