Lágrimas misioneras
Proveniente de la cultura pijao, donde
los hombres no lloran, Jonathan Acuña Paula, joven Psicólogo creativo, Animador
de “otro mundo posible”, lloró ante la Comunidad parroquial de la Consolata, el
sábado 15/11/2122, al emitir su Profesión Religiosa, al servicio de la misión
ad gentes, en el Instituto Misiones Consolata.
Cada corazón humano tiene su propia historia y, entonces, su memoria
cordial que lo emociona, apasiona y consuela. Es precisamente esa memoria
actualizada y comunicada que se expresa en risa y llanto, no de nerviosismo o aflicción
sino de consolación y alegría. Especialmente en los momentos solemnes, cumbres
de la existencia. Lo constamos así en Jesús, en Pablo y en Jonathan.
Llora, no tanto por él sino por su Templo, su ciudad y su pueblo
recordando las pasadas, las presentes y las futuras asolaciones y desolaciones de su pueblo.
al visionar las variadas discriminaciones raciales, con sus crueles holocaustos
contemplando los derechos humanos y las militancias antirracistas.
ante la indiferencia de los suyos que “desconocieron el tiempo de su visita”
al percibir el fruto de su misión en un “pequeño resto” de discípulos enviados
en la oración de Getsemaní, “… hágase tu voluntad”
en la cruz, antes de entregar el Espíritu, ¿“… porqué me has abandonado?”
“No lloren por mí, lloren por ustedes mismos”.
“Carta escrita con lágrimas” – Corintios
“por la mucha tribulación y angustia del corazón”
al constatar, con su visita, las desavenencias en la Comunidad
ante los judaizantes desprestigiando su “ministerio del espíritu y de la reconciliación”
al ver a “muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo”.
con la visita, la presencia y compañía de Tito
con las noticias de la mejoría en la comunidad de Corinto
Personales y colectivas, en nombre de los compañeros de vida y misión
por el don de la vida, la vocación misionera y la consagración celebrada
por el acogedor “espíritu de familia”, marca viva de José Allamano, el P. Fundador
Desde el resistente e hidalgo Chaparral, musical Tolima colombiano
por la casa, con los padres y hermanos, por la vida, el pan y la compañía
por el calor de la familia ampliada, revelador del amor de Dios Padre y Madre
por el gusto de lo espiritual, saboreado con la abuelita en las misas de cada día
por la pedagogía de la abuela maestra del saber y todos los de la escuela y el colegio
por la pasión educadora aprendida, amada y cultivada con sabor alternativo y popular.
por los jóvenes buscadores y seguidores de las “propuestas de Jesús”
por la Animación Juvenil y Vocacional de la Región IMC Colombia
por las acciones al servicio de ese “otro mundo posible”, llamado Reino de Dios.
pon la Comunidad formativa y parroquial acogedora, receptiva, facilitadora y participativa
pon quienes se han unido, creído las causas de Jesús y apostado en ellas.
Con quienes nos precedieron y nos esperan en el más allá para celebrar con alegría
Alonso y Sandra, Religiosos locos por Jesús,
animadores y formadores que dieron la vida por Reino y enseñaron a donarla
Oliver, compañero de proceso y de lucha y la tía Lorenza, que también partió.
Oración de Consolación
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
el cual nos consuela en toda tribulación nuestra,
con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.
Porque, así como los sufrimientos de Cristo son nuestros en abundancia,
así también abunda nuestro consuelo por medio de Cristo.
o si somos consolados, es para vuestro consuelo,
que obra al soportar las mismas aflicciones que nosotros también sufrimos.
como sois copartícipes de los sufrimientos, así también lo sois de la consolación” (1, 3-6).
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