AguaPaneLazo
10 saliendo al encuentro con los habitantes de calle
El
colectivo Aguapanelazo nacido en la capital musical de Colombia, arribó a su
décimo aniversario, cargado de muchas emociones y sentimientos encontrados
entre los participantes de su noveno congreso americano. La cita por supuesto
fue en la ciudad de Ibagué donde se atendieron más de trescientas personas en
situación de calle, que recibieron servicios de peluquería, donación de prendas
y disfrutaron de un buen almuerzo.
El
Aguapanelazo queda marcado en todas y cada una de las personas que han acogido
al colectivo en su corazón, en su pensamiento y en la misericordia para con el
prójimo, que desde sus inicios ha demostrado con las personas que más lo
necesitan. La caridad y el servicio con el que muchas personas trabajan en pro
de mejorar la vida de los habitantes de calle, refleja esa vocación de servicio
y ayuda que nos mandó nuestro señor Jesucristo reflejada en la parábola del
buen samaritano. Las experiencias encontradas, las historias de vida, las
esperanzas y los sueños de todos y cada uno de los que hicieron parte de este noveno
congreso, demuestran una excelente riqueza que une en un solo sentir los
corazones de diferentes partes del mundo, el servicio.
Durante este aniversario, se visualizó la felicidad que se reflejaba en los rostros de aquellos habitantes que recibieron amor y comprensión durante la jornada en el Parque Andrés López de Galarza, así mismo las actividades permitieron la cooperación, y el encuentro fraternal de diversos hermanos que hacen parte del colectivo en las diferentes regiones del país, e incluso de otras naciones, aprendiendo, comentando anécdotas y experiencias vividas.
El
Papa Francisco, declaró que “es muy difícil ponerse en los zapatos de los demás
porque a menudo somos esclavos de nuestro egoísmo”, la capacidad para colocarse
en el lugar del otro es una gran capacidad de comprensión, y a diario es esa
cualidad que debemos poner en práctica, y las obras que se realizan para el más
necesitado reconstruyen el alma y sana las heridas, más del que da, que el que
recibe.
Sin
duda un décimo aniversario que demuestra cuán importante es ayudar al prójimo
por medio de algo tan esencial como el alimento, esto sin duda marca un hito
importante para que el colectivo siga expandiendo su labor social a más
municipios de nuestro país y que estoy seguro servirán de ejemplo fiel para las
demás naciones que se inspiren en su frase “ellos no son de la calle, son
nuestros”.
“Aguapanela, fiel compañera en las noches
frías y serenas,
endulzas el alma, calientas mi cuerpo, que
con un pan complemento.
Sin más compañía que mi perro leal
compañero,
paso mis noches sin cobijo ni sustento.
Sentirse a diario de nadie y solitario en
el camino,
con mis pies descalzos voy sin rumbo fijo.
Dios bendiga al que me da de comer,
porque sé que arriba alguien lo ve, y se
siga multiplicando su ayuda,
mientras
pasamos nuestra angustia.
La esperanza de una vida se haya a la
vuelta de la esquina,
con ayuda y disciplina puedo salir de esto
que parece una tumba fría.
Los misioneros son nuestro refuerzo para
continuar adelante con mayor esmero.
Gracias por acordarse de mí, buen
samaritano que has venido a servir,
con tu gentileza y amabilidad, un buen
vaso de Aguapanela con pan.
JUAN PABLO ROMERO G.
4 comentarios:
Muchas gracias por esas palabras padre, gran amistad hicimos ����que el señor lo bendiga
(Juan Pablo Romero, por WhatsApp)
Dos poetas en la calle se encuentran para pasar por el corazón la vida y hacerlas poesía. Un abrazo.
Es el encuentro de las voluntades y el compartir nuestras experiencias lo que fortalece el sentido de amor por la humanidad.
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