En Puerto Leguízamo, municipio colombiano localizado en el fronterizo río Putumayo que se forma en el Nudo de los Pastos y desemboca en el río Amazonas, se ha realizado (19 -22 de febrero de 2008) el I Encuentro de Espiritualidad Indo-Cristiana.
Caciques, Catequistas, Gobernadores y Servidores de la Comunidad de varios Pueblos Indígenas colombo-peruanos y de algunas Nacionalidades ecuatorianas del cordón fronterizo amazónico, recogidos y acogidos en la amplia y circular casa común llamada MALOCA, manifestación del universo, se ENCONTRARON con Obispos, Presbíteros, Religiosos/as y Laicos/as de la Iglesia Católica para dialogar sobre espiritualidad.
En verdad se ha tratado de un sereno y enriquecedor diálogo o intercambio de espiritualidad indígena y cristiana, para un nuevo cielo y una nueva tierra en donde habite la justicia y reine la paz, guiado por tres preguntas fundamentales:
- ¿De dónde venimos?
- ¿Quiénes somos?
- ¿Hacia dónde vamos?
Uitotos Muruy, Coreguajes, Muiname, Ingas, Kichwas, Cofanes, Shuar, Sionas, Secoyas
La Hna. Edelmira, del Centro Nacional Misionero (SPEC), Mons. Francisco Javier Múnera Correa del Vicariato Apostólico de San Vcente - Puerto Leguízamo, Mons. Luis Alberto Parra Mora de la Dioscesis de Mocoa Sibundoy y otros "ministros" de la Iglesia
- La casa común, nuestra Amazononia, con su diversidad de pueblos y especies o habitantes.
- El pluralismo de pueblos y culturas y la inter-culturalidad.
- La fraternidad entre los Pueblos Indígenas y los otros grupos humanos presentes en el territorio.
- Las fronteras marcadas por el río que une para la comunión tri-fronteriza.
- La economía al servicio de la vida con calidad y no del capital transnacional.
- La política del servicio, el respeto de los Derechos Humanos y de los Pueblos.
- La espiritualidad
La mesa de la Palabra, servida en la maloca y la catedral, iluminó el camino, mientras el Pan recogido y multiplicado, bendecido y ofrecido, partido y repartido, nos fortificó cada día y nos proyectó hacia esa "tierra sin males", que soñaron y buscaron los ancestros de nuestra Aby Ayala.
En y desde este "pulmón del planeta", vieja plataforma de la Casa Arana y de la Colonia Penal de Araracuara, actual escenario de coqueros y narcotraficantes, de guerrilleros y militares, se ha escuchado un grito de FRATERNIDAD, ARMONÍA y CONVIVENCIA RESPONSABLE con el Medio Ambiente, danzado y cantado por la Iglesia de Jesucristo al ritmo de los tambores y en la voz de los Pueblos Indígenas de la selva amazónica:
- El Indigena no dice yo sino nosotros: por eso busca siempre, por todos los medios, reconstruir la armonia. Para eso existen los Caciques y los Médicos tradicionales.
- El Indígena no dice mio sino nuestro: "Nadie es dueño de nada ni de nadie, porque todo ser viviente es del Espíritu".
- Hemos resistido desde la conquista hasta hoy: tenemos que organizarnos y juntarnos para seguir resistiendo contra nuevos tipos de colonización.
Toda esta espiritualidad vivida, celebrada y transmitida oralmente por los Mayores entre los pueblos indígenas, la encontramos en los dichos y hechos de Jesús de Nazaret, registrados por escrito en los Evangelios.
A la Hna. María Gracia, Misionera de la Consolata y a sus colegas de Equipo Misionero Indigenista del Vicariato de San Vicente Puerto Leguízamo, a Dalia Calán Flores de la Pastoral de Fronteras y muchos otros colaboradores, a Gustavo Patiño de la OPIAC que me facilitó las fotografias y a la población de Puerto Leguízamo por su hospitaliad: ¡MIL GRACIAS!
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