La soledad de los pueblos y la compañia de Dios
"Consolad, consoladad a mi pueblo"
(Isaias 40, 1ss)
Con
gran alegría recibí tu mensaje.muchas felicidades y bendiciones
para este año nuevo. Qué grato es saber que desde el epicentro de
la Iglesia se acuerdan de las periferias del Reino.
Yo
sigo aquí contento y feliz en este pequeño rincón de la gran
amazonia, acompañando y buscando ser instrumento de la consolación
en este querido y amado pueblo de Ospina, sitiado por el conflicto
armado, silenciado
por un Estado
y Grupos
Insurgentes
que luchan por sus intereses, mientras la gente resiste, sobrevive y
cuando no puede màs...
se va. He visitado, con dolor, a las Comunidades
del lado colombiano y he constatado un éxodo masivo, la
gente se ha ido de sus casas.
A
los pocos que se han quedado les he querido comunicar la esperanza y
decirles que Dios no los ha
abandonado, que la Parroquia los seguirá visitando y que yo, como
misionero de la consolata, permanezco firme, como las montañas de
antioquia, a su lado. Como el buen samaritano.
Qué
alegría cuando llegué, al ver sus rostros de esperanza! Y qué
bueno escucharlos decir: la Iglesia no nos ha abandonado!
Acompaño
también a puerto El Carmen, pues el Padre que Monseñor Pablo había
nombrado, solo aguantò dos meses.
En
definitiva uno entiende que ser Misionero es una cosa muy fregada.
Estas tierras necesitan que uno, màs que cura, sea misionero.
Qué
orgullo ser Misionero de la Consolata y haber vivido los años de
inestabilidad política en Etiopía, el conflicto armado en el Cauca,
el conflicto eclesial en Sucumbios y ahora la tarea que se me ha
encomendado de ser signo de consolación en Ospina.
Definitivamente
los misioneros somos un especie muy rara y que no nace en todos los
jardines, pero se adapta a cualquier clima.
El
misionero es como la Defensa Civil: siempre listo! No tiene horarios
de atención al publico ni oficinas porque eso seria como
aprisionarlo en una jaula.
Somos
los eternos itinerantes que por los ríos de esta amazonia navegamos,
viajamos y y nos movemos entre pueblos, culturas y diversos mundos
sin fronteras. Solo tejiendo vínculos.
Que
Dios te bendiga!
Antonio
El P. Antonio Benitez es Misionero de la Consolata, colombiano. Hace parte del Equipo Misioneros de la Frontera colombo-ecuatoriana, integrada por el rio Putumayo y tejida por la visita de los misioneros a las Comunidades de ambos paises.
La fotografia de las torres del templo de Puerto Ospina brota del ojo simbòlico del P. Juan Antonio Sozzi, también Misionero de la Consolata, italiano, navegando por el mismo rio.
8 comentarios:
GRACIAS... es muy lindo... ojalà podamos vivir siemrpe asì,
agradeciendo por nuestra estupenda vocaciòn misionera.
Abrazos
Gabry
Salvador, muchas gracias por compartir este testimonio... en la medida que voy avanzando en el texto, una emoción amorosa hacia el prójimo (pobres entre los pobres) y de respeto hacia quien da el testimonio se revuelve dentro de mi....pero me maravillo al ver que la firma es del Padre Antonio Benitez (pues doy por sentado que es la persona que inicio su ciclo en la consolata en aquel "prefilosofico" de 1989) entonces afloran muchos recuerdos de la vida alegre que juvenilmente compartimos aquellos que teniamos el sueño de llevar la Palabra de Dios a los sitios mas lejanos de la tierra y de Ser Misioneros ... veo en Antonio la realización de una parte de mi... su fe y su tenacidad en esas duras tierras de la selva amazonica son un ejemplo de amor y entrega...
Felicitaciones a Antonio...y los Misioneros de la Consolota
PD. Antonio...ahora ya puede ser "Mosnseñor".....
Alvaro Vecino
Padre Salvador .Cordial saludo Gracias por tus mensajes y oraciones. Ffeliz año.. CUentame en dode te encuentras. me entere que el padre Mura esta muy enfermo . Estoy muy triste por ello. cuetame algo mas. felicitaciones por tu gestion.
Fabio Aranzazu
Hola soy Oscar Mauricio Hernández Martínez, ahora profesor del Colegio Bilingüe José Allamano desde Bogotá, en otro momento misionero con el padre Kennedy en Puerto Ospina. Me alegra mucho que el Padre Antonio siga acompañando esta comunidad de manera consciente y reflexionada, solo los apasionados por el Reino de Jesús logran ubicarse y hacer camino en lugares tan hostiles como lo es Puerto Ospina. Pero esto de hostil es apenas una forma de decir, ya que la experiencia de vida con sus habitantes resulta abajar la angustia y ensalzar la alegría del encuentro, un encuentro que es resurrección, del camino de la pasión abrazando la cruz. Animo Padre Antonio y que en el movimiento del espíritu que como en el principio camina también sobre las corrientes del rio Putumayo, usted pueda encontrar su impulso y su deseo de seguir dando vida en la auténtica acción misionera.
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siempre es de gran alegría saber noticias de un misionero tan querido como el padre Antonio, esa misma alegría la comparto con gran añoranza, pero también con gran esperanza de saber que por aquellos parajes donde se manifiesta la hermosura de el buen Dios que tenemos, donde tenemos la oportunidad de ver la huella imborrable del creador en la naturaleza, ahí esta un gran luchador incansable, sonriente con anécdotas de toda una vida en misión. que Dios bendiga todos los caminos que hay por transitar.
que maría consolata camine, delante como gran sol.
mil bendiciones
Había intentado buscarlos, a los que en aquel entonces eran seminaristas, hoy ya sacerdotes consagrados y en particular, ver si Antonio, el padre Antonio ya había llegado a ser Monseñor. Tal vez ya me olvidaron, estaba en el colegio cuando nos conocimos, pero yo los llevo en mi corazón, como los mejores momentos de mi vida.
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