jueves, 31 de mayo de 2007

Globalización digital e inclusión

Presencias y Ausencias en la Pastoral
Entre manifestaciones populares y explicaciones guvernamentales
¡El mismo grito para la mentira y la verdad, para la guerra y para la paz!

Vivir en la Colombia de hoy, con los ojos abiertos y los oídos despiertos, puede generar una esquizofrenia social o una laberintitis política, debido a las contradicciones o tergiversaciones de la realidad:
  • La voz del gobierno vehiculada por los grandes medios grita, en tono desafiante, que nunca antes la educación estuvo mejor atendida en este país.
  • El pueblo y sus educadores, entre los que me encontraba yo, gritamos, cantamos y denunciamos por las avenidas de varias ciudades, entremezclados con el rugir de motores y pisadas de botas militares y cascos equinos, que no es verdad, que la cosa está peor hoy que ayer para la educación.


De los morros de ciudad Bolivar, en la periferia de Bogotá, a la plataforma virtual.
¡Qué contraste más evidente!

  • El barro pegado a los zapatos, el burbullar intermitente del agua sin acueducto, el correr mal oliente de los desechos sin alcantarillado, el ruido estridente de las rancheras y el golpeteo de las bolas en las mesas de billar.
    Sinfonía de fondo que permite escuchar los llantos y las carcajadas de los niños, las románticas melodías de los sueños juveniles y hasta las acaloradas discusiones de los adultos, habitantes todos de un territorio sin templo que hable de Iglesia, sin colegios que hablen de educación, sin espacios para la recreación, sin clínicas ni hospitales que favorezcan la salud, sin un árbol que les recuerde la presencia amiga de la creación.


¡Aquí está la BRECHA social y digital!

  • El “café Internet”, con sus ruidos informáticos, computadores y cables, pantallas de colores, micrófonos y audífonos, cámaras y grabadoras, drivers, impresoras, ratones, Escáner , DVD en sus diferentes formatos DVD-ROM y DVD-Vídeo para guardar datos, imágenes, sonido y vídeo, superando los recientes CD -ROM.


Como Periodista Digital puedo colocar mis textos en la Red y visitar los Blog y las Web.
Como ciudadano colombiano debo marchar con los asociados de FECODE, si creo en la posibilidad de la educación para todos con cualidad y en la inclusión digital.
Como Presbítero misionero debo visitar los habitantes de Ciudad Bolívar y, cuanto más pueda, estar con ellos para ayudar en la sobrevivencia, acompañar en la formación de la conciencia crítica y participar en la organización para la liberación integral.

¡He aquí el desafío pastoral!

2 comentarios:

Martin Nates dijo...

Sin duda que la formación de la conciencia crítica es uno de los grandes desafíos que tenemos como educadores, ciudadanos y hombres de fe. También la llamamos intencionalidad, y apunta a una actitud política, protagonismo y toma de decisiones que debiéramos tomar para que las políticas de estado también apunten a la inclusión digital.

Y dado que sólo un 12% de los colombianos accedemos a estos medios -cabe decir que Usted y yo, hacemos parte de esta élite privilegiada pero no egoísta- cabría la pregunta ¿cuál es la validez en términos de legitimidad de los conocimientos que producimos por estos medios?

¿Cuáles son los factores sociales que en últimas nos darán acceso a la vida digna (DESC) y nos conectarán con un mundo incluyente?

¿En qué condiciones ocurre el diálogo entre las élites que por ahora nos conectamos a la red? Y cuál será el uso social que daremos a esta mediación?

Porque siguiéndole la pista a los planteamientos de Postman, no cabe duda que internet, encierra varias ideas poderosas para el empoderamiento social... sobre todo el sueño de una sociedad de interconectados, pero pareciera que el precio a pagar, todavia es muy alto para nuestros sectores populares que aún carecen de los satisfactores básicos.

Caminantes con el sol dijo...

Si nos refererimos al Evengelio, entonces a Jescristo, cuando anunciamos por estos medios, solo los "pobres", del Sermón de la Montaña, podrán legitimar nuestros contenidos, textos e hipertextos.
Desde los "pobres", sus contextos socio-económicos y culturales, es que debemos entrar en la Internet y no al contrario.
Asi la Internet puede llegar a ser un instrumento extraordinario para darle visivilidad (luz)a los "invisibles","escondidos o excluidos" de la globalización económica, informática y digital.
La luz se vuelve denuncia y llamado sin fronteras.
Otro es el espacio de la "compasión" ante las multitudes hambrientas y desterradas que deambulan por el mundo como ovejas sin pastor, que debe llevar a la solidaridad organizada y efectiva.
Solo viendo la opresión de los pobres, sintiendo compasión y actuando solidaria y organizadamente, podremos hablar de evangelización o misión de la Iglesia de Jesucristo.
Claro está que en cada momento o espacio de la evangelización nos podemos valer de la red virtual: para visivilizar, sensibilizar, promover la participación solidaria, organizar la inclusión social y, consecuentemente, digital.