viernes, 13 de junio de 2008

La vida: una bendición hecha misión


100 AÑOS en la tierra de los vivos:
  • Vigo Anaunia (Trento) Italia el 18 de Junio 1908
¡Feliz cumpleaños Sor Colomba!



La felicidad de los últimos años de vida es el privilegio que Dios concede a las personas santas.

Cronología de una Misionera de la Consolata
  • Nombre de bautismo: Elisa Giuseppina.
  • Entrada en el Instituto: Julio 1 de 1926
  • Primera profesión: Enero 6 de 1928.
  • Profesión perpetua: Enero 6 de 1934 en Maji (Etiopía)
  • Primera destinación misionera: Etiopía (12 de Abril 1931). Trabajó en la Misión de Maji (Prefectura del Kaffa). Durante el conflicto ItaloAbisino tuvo que abandonar el país junto con las demás misioneras y refugiarse en Somalia. Terminada la guerra regresó a Etiopía y permaneció hasta el éxodo definitivo de los Misioneros durante la Segunda guerra mundial (23 Junio 1942).
  • Segunda destinación misionera: Colombia, llegó el 19 de enero de 1950
Misionera en Colombia: en 1950 partió de Italia para Colombia. Ella, Sor Colomba, hace parte del primer grupo de Misioneras de la Consolata que pisaron tierra colombiana, entrando por el puerto de Buenaventura.

Puerto Salgar, a orillas del río de la Magdalena, fue el lugar de sus primeras acciones misioneras. Allí se dedicó a la educación de la juventud, dejando huellas de humanidad y Evangelio en muchas personas. Algunas de sus ex alumnas, aún hoy, la visitan para compartir sus experiencias, escuchar sus orientaciones y a expresarle gratitud por la formación recibida.

Administradora para la misión: más tarde se desempeñó como Administradora Regional, al servicio de la Institución Misionera, de las misioneras y sus actividades apostólicas. Se manifestó como mujer fuerte, decidida y con visión de futuro. Aún hoy sigue interesándose de todo y dando su opinión, cuando no es que, aunque n pequeñas cosas, toma decisiones.

Servidora del amor: actualmente se encuentra en casa de las Hermanas Mayores. Pequeña de estatura pero gigante de valores, se expresa con sus vivos ojos vivos y su lucidez mental. Nadie creería que carga a sus espaldas la dulce peso de 100 años, 80 de los cuales ofrecidos en la Vida Misionera, consagrada para la tarea del Reino del Dios vivo.

Sor Colomba no para. Hoy, en la cumbre de sus años, está siempre dispuesta y atenta para servir a sus hermanas enfermas o incapacitadas. Ella se ofrece para mover las sillas de ruedas, acompañar a quien está o se siente mal, atender a las visitas, etc. Su especialidad es la amabilidad y la acogida. Es común encontrarla con una bandeja y varios pocillos en la mano, lista para ofrecerle el café a quien llega a la casa.

Comunicadora virtual: su mente lucida y abierta al mundo la mantiene sintonizada con la Radio María. Así se entera de lo que pasa en Colombia y el mundo, en la Iglesia y las misiones. Le encanta mantenerse actualizada, lee todos los días el periódico y maneja su dirección de correo electrónico: elisagiuseppinabanal@yahoo.es

Animadora Vocacional: lleva la misión y el Instituto en la sangre y en el corazón. Cuando va ser llevada a la clínica, por motivos de enfermedad, lo primero que hace es echar en su bolso imágenes de la Consolata y del Beato José Allamano para hablar de ellos y repartirlos entre las jóvenes enfermeras y personas que encuentra en los consultorios, por los pasillos o en otros ambientes de la clínica. Siempre está dispuesta a dar testimonio de su vida y de la misión en encuentros, liturgias, convivencias o diálogos personales.

Mujer realizada: Sus hermanas de comunidad ven el Sor Colomba a la mujer realizada plenamente a nivel humano, espiritual y profesional misionero. Su sonrisa permanente lo demuestra y su posición enérgica en ciertos casos confirma su fortaleza femenina. Sin escudarse en los achaques propios de la edad o en otras limitaciones, sigue ofreciéndose con entusiasmo por la Misión. Para ella la misión sigue siendo “Ad vitam”, por toda la vida. ¡Y así es!

Texto testimonial de las Misioneras de la Consolata

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