viernes, 24 de octubre de 2014

Lecciones musicales

 
Misioneros aprendiendo de la música
Durante el encuentro intercontinenetal
Fatima - Portugal
 
Foto: Misioneros aprendiendo de la música
Durante el encuentro intercontinenetal
Fatima - Portugal
Enseñanza del P. Ramón Lazaro Esnaola
Español, en Costa de Marfil

Pasamos mucho tiempo hablando de diversidad, unidad, comunión, interculturalidad... Creo que la música nos ofrece una bella imagen de la dirección que nos muestra el Buen Dios para ser testigos en un mundo donde la intolerancia comete barbaridades.

La música se escribe en el pentagrama (curioso, también hay cinco continentes) y cada nota musical, escrita en armonía, forma la música que ayuda a transcender a la persona humana.

Estoy convencido que en nuestra familia IMC cada uno de nosotros es una nota musical que situada en armonía con las otras notas musicales podemos componer la música de la Misión.

Si nos empeñamos en estar siempre juntas las mismas notas musicales, es imposible que algo bello salga de ahí, de ahí saldrá la monotonía, la repetición, la rutina (aunque estemos en octavas diferentes).

Sin embargo si nos arriesgamos a unirnos con otras notas musicales diferentes, el pentagrama puede parecer una montaña rusa, sí, pero durante la ejecución la música de la Misión podrá sonar por todos los rincones de nuestro mundo.

Sin lugar a dudas, el compositor es el Buen Dios, el Dios de la Música, el Dios de la Esperanza, el Dios de la Diversidad, el Dios Amor.

Y, claro... habrá que tener un buen director de orquesta, pero... mucho incumbe a cada uno de nosotros, si estamos dispuestos a formar parte de ese pentagrama que, en armonía, puede elevar todo corazón hacia Dios porque esa música... viene de Él.
Enseñanza del P. Ramón Lazaro Esnaola Español, en Costa de Marfil -Africa

 
Pasamos mucho tiempo hablando de diversidad, unidad, comunión, interculturalidad... Creo que la música nos ofrece una bella imagen de la dirección que nos muestra el Buen Dios para ser testigos en un mundo donde la intolerancia comete barbaridades.

La música se escribe en el pentagrama (curioso, también hay cinco continentes) y cada nota musical, escrita en armonía, forma la música que ayuda a transcender a la persona humana.

Estoy convencido que en nuestra familia IMC cada uno de nosotros es una nota musical que situada en armonía con las otras notas musicales podemos componer la música de la Misión.

Si nos empeñamos en estar siempre juntas las mismas notas musicales, es imposible que algo bello salga de ahí, de ahí saldrá la monotonía, la repetición, la rutina (aunque estemos en octavas diferentes).

Sin embargo si nos arriesgamos a unirnos con otras notas musicales diferentes, el pentagrama puede parecer una montaña rusa, sí, pero durante la ejecución la música de la Misión podrá sonar por todos los rincones de nuestro mundo.

Sin lugar a dudas, el compositor es el Buen Dios, el Dios de la Música, el Dios de la Esperanza, el Dios de la Diversidad, el Dios Amor

Y, claro... habrá que tener un buen director de orquesta, pero... mucho incumbe a cada uno de nosotros, si estamos dispuestos a formar parte de ese pentagrama que, en armonía, puede elevar todo corazón hacia Dios porque esa música... viene de Él.
 
Ramon Lazaro, E-mail:  korona67@gmail.com

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