viernes, 23 de mayo de 2008

LUZ EN LA CIUDAD

Discípulos y Misioneros en la cultura urbana



"La fe nos enseña que Dios vive en la ciudad, en medio de sus alegrías, anhelos y esperanzas, como también de sus dolores y sufrimientos" (Documento de Aparecida, No. 514)




Un grupo de Misioneros de la Consolata, reunidos en el Centro de Misión y Culturas - CMC (22 - 23/05/2008), ciudad Modelia - Bogotá, reflexionó sobre la Misión ad gentes hoy en la ciudad, a la luz del Documento de Aparecida, recordando que "la Iglesia en sus inicios se formó en las grandes ciudades de su tiempo" (D. A. n. 513) y desde ellas se abrió a la misión católica o universal.
Además de tomar conciencia sobre la realidad de la ciudad, con sus desafíos y oportunidades, para el desempeño de su misión específica como "misioneros ad gentes y de la Consolata", se iluminaron con los aportes del Documento de Aparecida (nn. 56-59; 170-180; 202-204; 509-518) y la contemplación de "la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén (Ap. 21, 2-4).
Un debate sigue abierto y Usted también puede participar:
  • "Para algunos la misión ad gentes se asocia con lugares alejados y difíciles, en donde otros no quieren o no pueden ir, aunque cuenten con escasa población, ya sea de campesinos, indígenas o afrodescendientes.
  • Para otros la misión ad gentes se encuentra en las grandes ciudades atiborradas de gente pobre, excluida y desplazada. Espacios de los "nuevos areópagos" y "situaciones misioneras".
  • Para Usted la misión ad gentes ...

Participe, ampliando su visión a través de los hiper vínculos y colocando su aporte en esta misma página, en donde dice comentarios, aquí al fondo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Misión ad gentes entendida Como respuesta Cristiana a la llamada de Dios hacia la construcción del Reino de Dios a partir de un carisma definido, no llevaría a interpretarla desde conceptos geográficos, sino a partir de una consciencia motivada por la opción primordial que es la construcción del Reino de Dios y hacerle mover corazones tanto en los mas lejanos de los rincones de la tierra como en los más obvios abanicos de la humanidad, eso es lo que provocaría sed por la más humana y consciente sociedad como las más evangelizadas y/o cristianizadas comunidades.
Partimos del hecho de que el amor al prójimo subrayado por el denominador objetivamente valorado tanto en el ámbito cristiano como no-cristiano, “la Justicia”. Entonces, implicando el otro valor evangélico, y quizás más conocido, la caridad, sin el cual no tendría sentido las cantidades de carismas (1Cor 12) que han de llevar a opciones que posteriormente en sus debidos momentos y épocas fueron delimitados “geográficamente”.
Para el mundo de hoy, donde todavía estos mismos valores, (arriba enunciados) determinan el camino cristiano de “misionar”, pero a partir de la nueva modalidad de los “nuevos areópagos”, condicionados ya no por el cambio de épocas sino época de cambios, necesariamente la pastoral debería estar orientada por necesidad mas que ubicación geográfica pero siempre dentro de las nuevas lecturas de los carismas…, de manera que ad gentes - la misión puede ser asociada tanto con los mas alejado y difícil como con lo contrario…. Lo importante es la conciencia con la cual se hace y se asume la opción y sus correspondientes motivaciones que ciertamente seria “misionar” en el sentido salvadora y cristiana de la palabra. Por eso, los migrantes, los desplazados, los excluidos o la indigencia, etc. también son objeto del resucitado, son una opción igualmente del evangelio como son los afrodecendientes, los indígenas y los demás grupos humanos en los más retirados lugares... Por ende la pregunta quizás no seria dónde, sino porqué y paraqué….
B.O.D, imc.