domingo, 28 de diciembre de 2025

Ejercicios Espirituales Misioneros (tema 7)

Metodología práctica para la misión inspirada en San José Allamano
Evangelizar todo el ser humano y todo su entorno

Laicos, discípulos misioneros, en la Parroquia Madre de las Misiones, Modelia - Bogotá. Navidad 2025

El Fundador tenía una visión clara y equilibrada de la misión "ad gentes". No se trataba solo de predicar con palabras, sino de evangelizar integralmente a la persona y a su contexto. Su propuesta, profundamente cristológica, mariana y eclesial, puede sintetizarse en una metodología práctica de misión que articula tres dimensiones fundamentales: Anuncio + Promoción humana + Cuidado de la Casa Común = Evangelización. 

Esta es la misión de la Iglesia. En ella y con ella, también es la misión de los Misioneros, Misioneras consagradas y Laicos/as de la Consolata.

 1. Anuncio: el corazón de la misión

El Kerigma – el primer anuncio de Jesús muerto y resucitado – es el núcleo de la evangelización. Para San José Allamano, la misión comienza con la proclamación viva del Evangelio, no como ideología, sino como encuentro con una Persona: Cristo.

 Este anuncio incluye:

*   Kerigma: anuncio inicial del amor de Dios, la salvación en Cristo y la invitación a      la fe.

*    Catequesis: profundización en la fe, formación sistemática, vida sacramental.

*    Perdón y reconciliación: sanación de heridas personales, sociales y espirituales.

*    Testimonio de vida: coherencia entre lo que se anuncia y lo que se vive; el                    testimonio silencioso de la presencia del misionero.

“No basta con predicar, hay que ser evangelio vivo.” (San José Allamano). El anuncio no se impone; se propone con respeto, diálogo y encarnación en la cultura local.

 2. Promoción humana: justicia, paz y dignidad

San José Allamano entendió que el Evangelio tiene consecuencias sociales. No hay verdadera misión si no hay también una preocupación real por las condiciones de vida de las personas.

Esta dimensión incluye:

* Justicia: defensa de los derechos humanos y  de la “casa común”, denuncia de la injusticia y acompañamiento a los pobres y toda la “comunidad de la vida”.

* Paz: construcción de relaciones fraternas, reconciliación entre pueblos, culturas, religiones y con toda la creación.

*  Educación y salud: obras concretas de promoción que liberan y dignifican.

Esto no es asistencialismo, sino parte esencial del Reino de Dios. El misionero no va solo a predicar, sino a elevar a la persona y el ambiente en su totalidad: cuerpo, alma, mente, corazón y contexto: “Si no hacemos el bien integralmente, ¿Cómo diremos que amamos?” (San José Allamano)

 3. Elevación (cuidado) del ambiente: la “Casa Común”

Inspirados por la Encíclica Laudato Si’, y en línea con el pensamiento de Allamano, los Misioneros de la Consolata entienden que la evangelización también implica el cuidado del entorno natural.

Esta dimensión incluye:

*      Protección del medio ambiente

*      Uso responsable de los recursos

*      Promoción de una ecología integral, que una lo humano, lo espiritual y lo              ambiental

*      Defensa de los pueblos y sus territorios

Evangelizar hoy significa también anunciar a un Dios que ama su creación y llama al ser humano a ser su custodio: “Dios nos confió la creación. Ser indiferentes a su destrucción es faltar a nuestra vocación.”

Evangelización integral: síntesis de la misión

Estas tres dimensiones no están separadas. Son una sola acción misionera que transforma vidas, comunidades y territorios:

*      Anuncio – Transforma el corazón

*      Promoción humana – Transforma la sociedad

*      Cuidado de la Casa Común – Transforma la tierra

Todo ello, en comunión con la Iglesia, desde la espiritualidad de Consolación - liberación, con el estilo de María Consolata: presencia humilde, servicio fiel y consuelo auténtico.

Conclusión: una metodología viva y vigente

Esta metodología misionera inspirada en San José Allamano:

*      No es teórica: es práctica, encarnada, vivida

*      No es antigua: es actual, profética y necesaria

*      No es exclusiva: es una propuesta para toda la Iglesia, especialmente en contextos de misión

En ella se expresa la identidad del Misionero de la Consolata: evangelizador integral, testigo del amor de Cristo, servidor de los pobres, custodio de la creación. "Todo lo hacemos por amor a Dios y por amor a las almas” (San José Allamano).

Una pedagogía enmarcada  dentro de un itinerario misionero que, partiendo de la Compasión, lleva a la alegría - Bienaventuranza: Compasión + Misericordia + Consolación + Alegría = Bienaventuranza 

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