jueves, 15 de agosto de 2024

Espiritualidad a la mano

  Santidad, camino humano, por gracia divina

Todos nosotros tenemos un camino que recorrer y un destino al cual llegar. Algunos recorren el camino elegido por ellos mismos, a otros les toca caminar por caminos propuestos o impuestos por otros. Unos caminan por caminos ya trillados, otros abren camino al andar. Hay quienes recorren caminos tortuosos, inseguros y hasta peligrosos, mientras otros los encuentran suaves, seguros y hasta amables. ¿Dependerá esto del camino, del ambiente, del tiempo, del caminante o de los acompañantes?

Espiritualidad “A La Mano”

 Espiritualidad es la realidad más profunda del ser humano: el principio y la fuente de las motivaciones ultimas, de donde emanan sus ideales y utopías, en donde se enraízan los valores que inspiran y guían su actuar, de donde brotan la pasión, la indignación y la mística por las cuales vive y lucha y con las cuales contagia a los demás. La espiritualidad ayuda no solo a vivir la muerte, sino a vivir la vida” (antropóloga social y cultural Marta Morente).

No necesariamente está vinculada a una Religión. “La pertenencia religiosa depende mucho de la geografía. Si uno nace en Portugal, muy probablemente sea católico. Si uno nace en Egipto, seguramente será musulmán. El lugar donde nacemos nos identifica con esa tradición religiosa. Pero, sobre todo, “tiene mucho que ver con la historia de la persona: cuáles son las sensibilidades y los valores que ha ido interiorizando a lo largo de la vida y que ahora forman su espina dorsal, que lo guían. Tal vez han sido sembrados en la familia y después los ha interiorizado. Tal vez uno es artista y su manera de leer la vida tiene un toque especial de creatividad. Otro es muy solidario y este valor ha permeado sus relaciones. Otra persona es muy profunda y sabe reflexionar. En todo caso, la espiritualidad abarca un horizonte muy amplio: tiene que ver con la intencionalidad, la profundidad o la capacidad de elevarse de la persona” (teólogo Arnaldo Pangrazzi). 

Lo que es válido para todos los seres humanos, es tanto más imperioso y válido para el cristiano, con la diferencia que la realidad más profunda de su propio ser, el principio vital, la fuerza motora e inspiradora de su vida es el mismo Espíritu de Dios.

Dentro de este marco espiritual, válido para todos los seguidores y seguidoras del Señor Jesús, existen escuelas o líneas de espiritualidad que se diferencian cuando enfatizan algún rasgo específico de la persona de Cristo y hacen de él el eje o hilo conductor de la vida personal o de grupo.

 Espiritualidad de Allamano

Vamos a rastrear juntos esa espiritualidad que encarnó José Allamano y que lo llevó a los altares de la catolicidad.

Como persona individual, José Allamano, bebió de la espiritualidad cristiana familiar, parroquial, eclesial y ambiental, en el Piamonte italiano. Centrada en la oración cotidiana, la vivencia de los sacramentos, particularmente la Eucaristía, en la liturgia, María y los santos, en el amor a la Iglesia, representada en el papa y en las buenas prácticas de urbanidad y civilidad.

La iluminó y afianzó durante su formación en el seminario, los estudios académicos, especialmente moral y sagrada Escritura, lo mismo que con las prácticas apostólicas, como formador, evangelizador y animador.

La forma o estilo que le fue dando a su vida, la transmitió a sus fieles cristianos en el Santuario, a sus formandos jóvenes, seminaristas y sacerdotes, a muchas personas que confiaron a él su orientación espiritual y, definitivamente, a los miembros de los Institutos por el fundados: Misioneros y Misioneras de la Consolata, a los cuales les dijo, categóricamente, “el espíritu se los doy yo”.

Ese espíritu, esa espiritualidad, podríamos decir, esa santidad de vida, fue sometida a estudio por las autoridades de la Iglesia Católica en Italia - Europa, el Kenia – África y en Roraima – Brasil. Al final, fue reconocida oficialmente como buen camino de santidad. Por eso, al proclamar Santo a José Allamano y proponerlo como tal a toda Iglesia Católica y la humanidad en general, se está canonizando también el carisma por él recibido y vivido, estudiado y reflexionado, orado y donado a sus misioneros y, por medio de ellos, a toda la “comunidad de la vida”, para que la “Gloria de Dios” sea anunciada y conocida (Cfr. Is 66,19).

Dios mismo se ha manifestado a través de él, con varios milagros, dos de los cuales han sido reconocidos oficialmente por la Iglesia. Uno en favor de la “Señora Serafina Nyambura, del Kenia, que tenía fuertes dolores abdominales, fiebre, vómito, malestar general causado por un edema en las arterias inferiores que, a pesar del tratamiento médico, empeoraba cada vez más. De pronto experimentó una rápida mejoría e inexplicable curación. El otro, con un indígena amazónico, Sorino Yanomami, víctima del ataque traicionero de un jaguar, que le desgarró el cráneo y le desacomodó el cerebro. Las Hermanas Misioneras de la Consolata, celebrando la Novena al Padre Fundador, pidieron su intercesión ante el Dios de la vida por su curación y para que le ayudara a restablecer la paz y a calmar su angustia. Los médicos tradicionales o "chamanes", mientras Sorino se encontraba en el hospital de Boavita, en manos de los profesionales de la salud occidental, imploraban al Dios de la vida, con sus rituales tradicionales, que calmara el espíritu del jaguar para que no continuara amenazando a sus familiares y mucho menos a Sorino en su proceso de sanación, para que se recuperara el equilibrio y la armonía con la creación.

Un verdadero diálogo intercultural se tejió y se está tejiendo entre la medicina occidental, en el hospital, y la tradicional en la selva, entre la espiritualidad yanomami y la fe cristiana católica, entre las misioneras/os y el pueblo yanomami, entre el pueblo y el resto de la creación, entre los Institutos Misioneros y la Iglesia Particular de Boavista, entre esta y la católica - universal.

Fruto de ese tejido y gracias a la curación exitosa de Sorino y su regreso a la comunidad, que los estudiosos la definieron como milagrosa, porque, ante la incapacidad humana, técnica y científica, “para Dios nada hay imposible”, es que hoy podemos disfrutar la salud de Sorino, su regreso a la comunidad y al trabajo y la declaración de santidad de José Allamano.

Santidad aprobada y propuesta

Esta espiritualidad, estilo de vida y camino de santidad, fue aprobada, respaldada y sancionada por los papas Juan pablo II, con su Beatificación (1990) y Francisco con la Canonización (20 de octubre, 2024), día universal de las misiones, junto a la sede de San Pedro. Allí será propuesta como inspiración para todos los cristianos católicos y toda la humanidad representada en Sorino Yanomami, miembro de un pueblo originario, amazónico, aún no bautizado.

Querido José Allamano

Tú que viviste como hijo y hermano
desde el cielo mira la familia humana
intercede ante el Padre de la “comunidad de la vida”
para que la anime el “espíritu de familia” que propusiste.

Tú que escuchaste y respondiste la llamada del Señor
con prontitud, enérgica confianza   y perseverante decisión
El Señor me llama hoy, no sé si me llamará mañana”
intercede por nuevas vocaciones para la vieja misión
 
Tú que viviste como cristiano y sacerdote diocesano
desde el cielo mira las comunidades, parroquias y diócesis
intercede ante la Comunidad trinitaria
para que el “espíritu de cuerpo” sostenga la sinodalidad.
 
Tú que contemplando el mundo desde la Eucaristía y la Consolata
desde el cielo mira la humanidad en búsqueda de espiritualidad
intercede, con María Consolata, allí en la fuente de la “energía vital”
para que sea el “Otro Consolador” el animador de la vida en aflicción.
 
Tú que convocaste, formaste, enviaste y acompañaste misioneros
desde el cielo continúa con tus santos José Cafasso y Juan Bosco
suscitando misioneros para enviar más allá de toda frontera
en tantas situaciones de prisión, enfermedad y desolación.

En esta espiritualidad ordinaria, común y corriente, cotidiana, cada persona, a los años que tenga, en el oficio que desempeñe, en el estado de vida que se halle, en la profesión que ejerza, puede hacer lo ordinario de manera extraordinaria, con su buena volntad y el apoyo de la gracia bautismal. Nadie necesita hacer cosas extraordinarias, heroicas, milagrosas. Simplemente debe tratar de hacer lo que tiene que hacer, lo ordinario, de manera extraordinaria: “hacer el bien, bien hecho y sin ruido”. Esto está “A la mano” para todo mundo.

viernes, 9 de agosto de 2024

Sinodalidad Esperanza Misión

 Los pueblos Indígenas en la "Comunidad de la vida"

Cristhian Alarcón en la "Comunidad de la vida"

Hoy, 9 de agosto, es un día ordinario que nos brinda una oportunidad extraordinaria para mirarnos como humanidad, interconectada con la “comunidad de la vida”, provocados por la Asamblea General de las Naciones Unidas que, desde 1994 nos ha propuesto reflexionar sobre la presencia de los Pueblos Indígenas en la comunidad humana y planetaria.

Como Iglesia Católica colombiana, en proceso sinodal con todas las iglesias particulares en el mundo, desde la Comisión de Etnias, queremos celebrar esta fecha con Ustedes, pueblos o nacionalidades originarias, en clave de sinodalidad esperanzamisión.

Cuando en la Iglesia hablamos hoy de sinodalidad nos estamos refiriendo a esa experiencia que Ustedes, pueblos indígenas, han vivido desde siempre en las chagras y los tambos, en las mingas y los rituales, en las fiestas y festivales. Ese sentir juntos, conversar entre todos, decidir en comunidad, caminar juntos, trabajar y celebrar comunitariamente, defender juntos, como pueblo, el territorio, la lengua y la cultura. Así la viven ustedes, así la entendemos nosotros, así la queremos vivir con ustedes y todos los pueblos de la tierra. Como familia universal que se respeta, respeta, es respetada y se hace respetar. Todos participando en y de la mesa común. La mesa de la comunidad planetaria. 

(Foto de Carlos Panchis, Embera Chami)

Esta es la esperanza que nos impulsa y atrae. Poder vivir en este territorio común, llamado planeta. Vivir en armonía y en paz, en respeto y colaboración, en perdón y reconciliación, en justicia y equidad, en participación sin corrupción. ¡Qué lindo sería! Un paraíso que vale la pena soñar y construir. Una fiesta mundial de la fraternidad, en el Jubileo de la Esperanza, a la cual nadie debe faltar.

Que eso es una utopía, gritarán. ¡Y, es verdad! Pero nos atrae, nos gusta, nos provoca y nos convoca, se vuelve Misión. Sí, misión aquí, misión allí, misión allá. ¡Vamos! Todos en salida misionera, a trabajar por la paz mundial y la ecología integral. El Dios de la vida nos aplaudirá.

Mensaje de Salvador Medina, pronunciado por el P. Carlos Zuluaga

lunes, 5 de agosto de 2024

Espiritualidad a la mano

 Conversación con José Allamano


Mira desde el cielo de tu santidad
a tus hijos e hijas misioneros
Que podamos complacerte
cumpliendo tu orientación
“primero santos, luego  misioneros”
 
Que podamos
vivir haciendo el bien, bien hecho
 
Asiste con tu presencia paternal
los pueblos y comunidades que servimos
que les anunciemos la “buena nueva”
valorando sus culturas y espiritualidades
promoviendo el bienestar, la justicia y la paz
 
Que logremos
evangelizar, cuidar y promover la vida integral
 
Apóyanos en la búsqueda de nuestro lugar
“ad gentes”, sin descuidar los pobres
“inter gentes”, sin olvidar los lejanos
con los “no cristianos”, sin dejar de dialogar
aquí, allí y allá
 
Que vayamos a anunciar
“la gloria de Dios a las naciones”
 
Sabes de nuestras necesidades
recursos humanos y materiales
entusiasmo y pasión por la misión
compasión por toda la creación
revisión, conversión y reestructuración
 
En esas andamos y esperamos

Intercede por nosotros
santo y humano Fundador
José Allamano Cafasso