miércoles, 23 de septiembre de 2015

Por el mar Caribe de America

Mensajero de la misericórdia
 
 
Cristóbal Colón al descubrir Cuba el 28 de octubre de 1492  dijo que era “la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto jamás” (Cartas  Indias, 1492).
Hoy después de más de 500 años, no solo de conquista, sino también de evangelización, la Tierra más Hermosa, la Llave del Golfo, la Mayor de las Antillas, la Perla del Caribe, se engalana, pero esta vez no es para que nadie le exalte su belleza natural para después colonizarla, sino para recibir en sus bendecidas tierras al sucesor de Pedro, al Papa Francisco.

El sábado 19 de Septiembre a las 3:50 pm hora local llegó al aeropuerto internacional José Martí de la Habana el avión que trajo al pueblo cubano otra gran bendición de Dios.  Francisco es el tercer Papa que visita  Cuba en 17 años, el primero fue San Juan Pablo II en enero de 1998 y después Benedicto XVI en 2012 cuando se conmemoraban los 400 años del hallazgo de la bendita imagen de la patrona de Cuba la Virgen de la Caridad del Cobre.
La visita de su Santidad coincide con la celebración de los 100 años de la petición hecha por los veteranos de  guerra de independencia al Papa Benedicto XV para que proclamara a la Virgen de la Caridad del Cobre como patrona de Cuba, solicitud que es aceptada y promulgada en 1916.

Cuba una nación donde hasta 1959 la población católica era del 80 %, y caracterizada por las obras de piedad, de sus fieles. Después de la revolución del 1 de enero de 1959, vio como poco a poco todo en cuanto a religión se trataba comenzaba a ser prohibido, al punto de años más tarde ser proclamada constitucionalmente una nación atea hasta 1992. Pero no es hasta 1998 con la visita del primer Pontífice a Cuba que la iglesia Católica vuelve como el fénix a renacer.
Después de 17 años de este histórico resurgir de la iglesia, el Papa Francisco llega como “Mensajero de la Misericordia” a un pueblo sediento de ella. Su visita que será de  cuatro días traerá consuelo a todo un pueblo que con voz de niño eleva a su Creador una plegaria de amor.

Francisco camina entre los cubanos como uno más, les habla como quien conoce muy bien su historia, sus dolores y sus alegrías, se le ve besar a los discapacitados;  con amor de buen pastor bendice a la nación y como buen hijo ora ante la imagen bendita de  La Virgen de la Caridad del Cobre.
Con la visita del Santo Padre, el pueblo y todos los cubanos en el exterior que profesan esta misma fe, damos gracias primero por acordarse de esa pequeña porción de tierra en medio del Caribe y llegar hasta ella, por todo el esfuerzo y mediación en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la isla. Cuba le agradece al Papa por los más de tres mil  presos que fueron puestos en libertad con motivo de su visita. Pero sobre todo esperamos que este viaje no pase a la historia como uno más, sino que de él continúe en el  suelo patrio renaciendo la fe, esa que un día fue prohibida y que en Cuba se vuelva a escuchar ese canto que entonaban como himno las juventudes católicas:

“Viva Cuba Creyente y dichosa, Viva Cristo Monarca ideal”.
Yoslan Adrian Rivera Iglesias