viernes, 28 de noviembre de 2025

La Perseverancia

 Canto a la perseverancia

El Banco - Magdalena
 Amiga cansona, terca y exigente: constante compañera en el camino de la vida
presente desde el amanecer hasta el atardecer: minutos, horas, días, meses, años.
Te nombran Perseverancia en la motivación, en el esfuerzo y en la constancia,
exiges disciplina, resiliencia y compromiso con metas trazadas para alcanzar,
sin reparar en dificultades, cansancios, incertidumbres e incomprensiones.
 
Jesús, el perseverante fiel al Padre, a Sí mismo y al Pueblo, invita a:
 orar siempre y no desfallecer” (Lc 18, 1; 11, 5-10),
oír la palabra, guardarla y dar fruto con perseverancia” (Lucas 8:15)
cargar la cruz cada día y seguirlo (Mt 16,24)
Permanecer en Él, como Él en nosotros” (Jn 15,4)
 Si permanecen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos” (Jn 8,31).
El que persevere hasta el fin, ese será salvo” (Mt 24, 13).
 
Leonel
 
Has perseverado plantando perdón y reconciliación
regando el plantío, incluso en las noches más frías,
con lágrimas de rabia, impotencia e indignación.
Tercamente has vislumbrado auroras de hermandad
de justicia, paz y consolación.
 
Así he leído hoy tus 49 años de Ministerio
hilos de tu éxito académico, profesional, personal y emocional.
Sigue soñando e implementado proyectos, con procesos y metas medibles
con equipos interdisciplinares e incidencias socio espirituales
viendo los errores como parte del aprendizaje y no como fracasos finales.
 
Celebra avances con quienes te animan y registra logros motivadores.
El podio de los 50 es de oro y se alcanza por escalones
unos de respiro y pausas activas, otros de esfuerzos y rutinas.
Mantén abierta la puerta del Perdón, cerrando ciclos y abriendo procesos.  
 
No dejes convertir la perseverancia en obstinación
te puede desgastar emocional y espiritualmente.
No insistas en metas, ni en personas que no entiendan el sentido
No pierdas oportunidades por no cambiar de rumbo.
 
Felicitaciones por tu persistente perseverancia
Ora sin desanimarte
Mantente firme en la fe ante las dificultades
“Haz el bien, bien hecho, de manera constante
Permanece unido a Él, Ella te lo indica.
 
La perseverancia es confianza activa en Dios y fidelidad que da fruto a lo largo del tiempo.

lunes, 17 de noviembre de 2025

Vivir el Silencio

 El silencio continúa

Daniel - Salvador - Anibal - Ruby

Volviendo a mi caótica y agitada Bogotá, en medio del ruido indescifrable, percibí que el silencio continuaba a hablar. Entonces me pregunté, ¿Cómo hacer para escuchar su voz o sus voces silenciosas? ¿En dónde meterme, después de ese retiro de siete días, en el silencioso Aguadas de mi geografía biográfica y cultural, durante la agonía de mi hermana Lindelia?

Entrar en mí mismo

Afuera impera el ruido, pero dentro habla el silencio que me invita a dialogar con mis emociones y sentimientos, a releer y reajustar mis proyectos, a escuchar mi cuerpo con sus fortaleces y debilidades, a recordar y avanzar, a amarme, amar y dejarme amar, auto reconocerme en el presente. ¡Qué grande misterio soy! ¡Me sorprende, cuán poco me conozco! Pido perdón y me perdono, me declaro presente ante el misterio y sus secretos.

Solo saliendo, ni me encuentro, ni encuentro. Debo entrar, sin salirme del territorio ni del tiempo. Aquí estoy, de nuevo presente, tratando de escuchar el silencio que me envuelve. El mismo que me habló subiendo a Aguadas, desde dónde miré abajo y escuché el presente, el mismo que envuelve a Bogotá. Siento que en todas partes está hablando susurrando, enseñando.

Encontrarme dentro con Dios

Al culminar la subida a Aguadas, viniendo del Valle del Cauca, en la Pintada, lo reconocí en el cuerpo enfermo de mi hermana y lo escuché en su silencio. Me habló en las actitudes, gestos y comportamientos de las familias y la comunidad, en la casa, el templo y las calles del pueblo. Escondido en la arquitectura patrimonial y cultural del “eje cafetero”, en la calle real atiborrada de chivas, camiones, buses y automóviles, instrumentos de trabajo estacionados y gente en movimiento, caminando, reflexiva y orante, hacia el cementerio, en donde también me hablaba el silencio.

En todas partes habla y se escucha, cuando está adentro. La Palabra encarnada como verbo, enviado del Padre maternal que es el silencio, hablaba del amor amigo, maternal y fraternal, con la suavidad y la energía del “Otro Consolador”, enviado dentro para iluminar, acompañar, fortalecer y abrir la ruta de la eternidad, ya presente.

Así fue que lo escuchó María, cuando Él le habló y le abrió su vientre. En ella, por la acción del Silencio fecundante, “la Palabra se hizo carne” y habitó entre nosotros. Hecho verbo activo y no sustantivo ni adjetivo, actuó amando. Pretendieron eliminarlo, pero no pudieron. Lo mataron y sigue vivo, se sigue encarnando en el silencio de los que escuchan atentos su Palabra y la ponen en acción. Estar en Dios y estar en silencio es la misma cosa, decía alguno que sabía.

Todos nos encontramos en el silencio

Nosotros, como Lindelia, cada rato silenciamos, anticipamos el silencio eterno. No por eso dejamos de hablar, seguimos siendo, como Jesús, “Verbo encarnado” que se pronuncia, es escuchado y actúa, animado por el Espíritu que, cuando es para el bien, es Santo.  

Gracias Silencio eterno
que estás en el cielo.
Gracias Palabra pronunciada
que encarnada nos incorporas en el Verbo.
Gracias Aliento divino
que infundido dentro, alimentas la esperanza.
 
¡Gracias Lindelia por tu silencio!
Desde las alturas
con el Cacique Pipintá
en  las aguadas Caldas 

sábado, 15 de noviembre de 2025

Cuando el silencio habla

Lecciones del silencio


Siete días viví en contacto intermitente con mi hermana Lindelia, en el pequeño pero suficiente y acogedor cuarto, expresamente preparado al detalle, por su hijo Alexander y su esposa, en su propia casa – consultorio de veterinaria para la calidad de vida de la especie animal. Siete días, siete lecciones del silencio.

La vida un viaje

El primer día de la semana, domingo por cierto, encuentro con el silencio corporal que no invita a hablar, sino a re-cordar con el corazón, a re-pasar el ciclo de la existencia con gratitud, a contemplar.

En un instante luminoso y fugaz, recordé el pueblo a su alrededor y repasé el recorrido de Lindelia cercano y lejano, con el punto de partida y la meta definida: el Alto del Volcán, en la tierra fría, San Pedro, Bareño y el Manzanillo en la caliente, las Coles y la Judea, Buenos Aíres, los Chorros, Chagualo y la Cuchilla, todos sectores del pueblo con casas espaciosas, solares y jardines. Vi a Lindelia trabajar, servir y estudiar. La vi salir de la Judea para Bogotá, dejando la casa familiar para habitar en una comunidad religiosa, la Prensa Católica, con quienes fue hasta Guaranda Ecuador, de donde regresó a los caminos y calles de sus primeros tiempos.

Repasando su camino nos integramos para vivir en el barrio Colón de Bogotá y luego en el Galán, de donde salió para integrar un nuevo hogar, junto con Gabriel, de donde brotaron Alexander y Adriana.

De Bogotá, pasando por Cajicá, llegaron a Los Charcos de las "aguadas", para construir la casa familiar y vivir en profunda, respetable y vital conexión con toda la creación. Con notable nostalgia mezclada con dolor, salió Lindelia del espacio vital que construyó al lugar del silencio de donde partió para la eternidad.

Siempre fiel al origen y su ideal, recursivamente creativa en el camino y con la meta fija en la mente y el corazón: el cielo, junto al Padre maternal, a donde partió el 7 de noviembre, a pleno medio día. 

Esta fue su primera lección, en un viaje que duró 81 años (1944 – 2025). Echar raíces profundas y amplias sin dejar de volar. Con polo a tierra y el arcano infinito abierto.

Con las auroras del lunes, martes, miércoles, jueves y viernes, entre luminosas, lluviosas y sombrías, contemplé atento el silencio que, permaneciendo inquebrantable, hablaba y enseñaba, cerrando los ojos en cada atardecer. Siete días, los mismos del Dios de la creación, antes del nuevo comienzo.

Salir - permanecer, sin quedarse

El lunes escuché la lección del salir y permanecer: recordé a Doloritas Orrego la partera de la vida en la vereda del Volcán, recibiendo la Linda primicia femenina de Doña Ester y Don Camilo, después de Daniel. Inicio de un viaje articulado entre salidas, entradas, permaneceres y despedidas. Siempre sola y en compañía, buscando el sentido y la dirección, con la mirada fija en el Oriente del Sol naciente, madrugándole al viaje de la vida.

Gratitud ante el buen vivir

El martes llegó con pastillas, oxígeno y lecciones de auto cuidado dependiente. Quien fuera autónoma en el camino, curada aunque no sanada por la confianza (fe) en la misma creación y desconfianza en el negocio de la salud, ahora dependía, flácida y sin fuerzas, de su hijo, hermanos y amigos. Escuché que, en silencio, decía gracias por el baño, el pijama, la vitamina, el oxigeno y la compañía. La gratitud brota de adentro de un ser “lleno de gracia”, como el de María. Solo la gratitud intercambiada, sin intereses ni deberes, genera la verdadera paz y la alegría, después de tantas tristezas lloradas y asumidas. Es plenitud: “Ya estoy prepara para la partida final, decía desde hace días, cuando aún hablaba: he cumplido mi misión, todo queda organizado”. Esta fue la lección de la gratitud ante el “buen vivir”.

Fe que libera

El miércoles, día de clase como los anteriores, el silencio habló sin interrupción, como hilvanando e intercambiando una oración articulada con el credo que vivió: creo en el Creador del cielo y de la tierra, creo en su Hijo que me amó con todo su corazón, creo en el Espíritu Santo que me fortalece en este momento de intenso dolor. Con María repetía: “proclama mi alma las grandezas del Señor”, porque también en mí y a través de mi has hecho pequeñas grandes cosas. Toda una bendición que intercambiamos, sin decirnos ¡Adiós! Fue la lección de la fe que no encierra en la prisión del sepulcro sino que abre a la resurrección.

Perdón que transforma reconciliando

El Jueves, el silencio dejó oír voces de perdón, ningún reproche ni acusación pendiente. El trabajo continuaba en el consultorio, Doña Nuri, la suegra, madre y amiga, seguía con su disponible amabilidad de acogida y servicio, los otros nos movíamos rodeando el lecho de agonía. Lindelia iba transfigurando el rostro de pena dolorosa en leve sonrisa dibujada, con mirada consolada que consolaba. Así nos fuimos a reposar en la espera de mañana. Lección del perdón que transforma el cuerpo y reconcilia el alma con toda la “comunidad de la vida”.

Afectividad que lleva al amor

El viernes venía la hija, Adriana, quien efectivamente llegó. La esperaba decían: entró, abrazó, contempló, habló, escuchó y oró con el rosario, como antes lo hacían: todos los íntimos compañeros del camino de la vida, en afectiva sintonía y espiritual comunión, invadimos el ambiente de amor y despejamos la sombra de la muerte. El nuevo nacimiento se presagiaba y hasta los perritos lo presentían. Las informaciones se suspendieron, dejando todo el espacio al misterio de la lenta epifanía. “Solo el amor crece cuando se reparte”, advertía el niño interior en cada corazón. Lección sexual y afectiva que lleva al amor.

Lección de paz y esperanza

El sábado llegó y nos encontró re-unidos en el templo de la Inmaculada. La comunión nos preanunció lo esperado. Salimos del templo, respiramos y saboreamos el aroma del café del pueblo, de la familiar Federación de cafeteros. Caminos lentos hacia el templo humano de la Señora Linda, sagrario en donde Dios habitaba. La saludamos en silencio y salimos a los últimos quehaceres. Volvimos y ya Lindelia había iniciado la última salida, aprovechando la soledad y el silencio. Lección de paz para quien parte con la tarea realizada y de movimiento para los que quedan: certificado de defunción, funeraria, velación, anuncio de muerte y resurrección.


El camino continúa

El domingo, día de descanso y peregrinación: de la funeraria, al templo, del templo al cementerio.

En la Asamblea comunitaria solemne Acción de Gracias, comunión de consolación y paz, saludos de despedida agradecida. En el campo santo, la despedida con el corazón anegado de la emoción, las lágrimas bañando las mejillas al ritmo solemne de la flauta, la saliva en la boca, con sabor amargo y la memoria atiborrada con la visita de todos los antepasados. El camino continúa, nos avisamos. Esta fue última lección del silencio: el camina continúa.

jueves, 13 de noviembre de 2025

Silencio

 El silencio del amor


Saliendo del ruido invasivo y ensordecedor de la capital, Bogotá,
un encuentro con el silencio atravesado por miradas entrecruzadas y distraídas.
Doña Lindelia, hermana, madre, abuela y líder cafetera, en modo despedida   
acoge con pesar y ternura la romería peregrina al santuario de su cuerpo doloroso.
 
Un silencio montañero, cobijado con la bruma aguadeña, se encierra junto al lecho
la sombría muerte va y vuelve entre rezos y esperanzas dubitantes.
Siete días entre lentos atardeceres y tímidas auroras mañaneras
el tiempo transcurre velozmente lento hacía un encuentro el Domingo en el templo.
 
 La Señora Linda, oteando el infinito con pupilas bien abiertas, agudiza el silencio
hijos, hermanos y amigos, balbuceamos sentimientos más allá del tiempo.
La Aurora, desde el atardecer, se abre en plenitud iniciando el amanecer eterno
el Domingo festivo celebra, en el templo de la Inmaculada, un nuevo nacimiento.
 
Lindelia, la amiga de la tierra, no ha muerto, se abraza con ella en el campo santo
su espíritu invade cada memoria que se integra al memorial del Pan partido.
Como el Crucificado, pasó haciendo el bien y cumplió con su misión:
Amó y por eso vive. ¡No muere!
 
Gracias por la vida, proclaman los hijos algo dicho en la intimidad
gracias por el amor fraterno, expresan los hermanos por el camino
gracias por la compañía comentan los amigos y vecinos en el pueblo.
Gracias al Dios de la vida por la dádiva ofrecida, canta el coro de la comunidad.
 
 Entre el Templo del Salvador en el Laterano romano, sede del Papa,
el templo de la Inmaculada en Aguadas, pila bautismal de Doña Lindelia
Nos movemos los templos humanos, familiares y eclesiales
sagrarios donde habita el Dios a quien servimos, adoramos y amamos.
 
El templo material, por más que sea de piedra, se desmorona
el cuerpo de Lindelia, por más que sea lida, se deshace.
La verdad es esa, dijeron los silencios que con los ojos escuchamos,
en estrecho abrazo continuamos la comunión que un día iniciamos.


 
Descansa en paz, sentada a la mesa del banquete eterno,
cuídanos el puesto que Papito nos tiene reservado.
Allá nos encontraremos para que brindemos con el vino de la alegría
y disfrutemos del consuelo pleno.

jueves, 30 de octubre de 2025

Perdón y consolación se abrazan

 El perdón y la reconciliación como misión en la Venezuela herida

 

En un contexto donde la violencia y la injusticia parecen haber ganado la partida, donde la desesperanza es una tentación constante y la polarización ha fracturado hasta las familias, su misión no es solo noble: es radicalmente evangélica. Es ser portador de la Consolación, del consuelo de Dios, a un pueblo que sufre.

1. Desde la ES.PE.RE

Sanar la Memoria para Desactivar la Violencia

La violencia no nace en el vacío. Nace de heridas no sanadas, de humillaciones acumuladas, de una memoria llena de rencor. La Escuela de Perdón y Reconciliación (ES.PE.RE) ofrece la metodología concreta para abordar este cáncer social desde su raíz.

a) Reconocer el Dolor sin Venganza

El primer acto de transcendencia en un contexto violento es nombrar el dolor. Permitir que las personas, en un espacio seguro, digan "me dolió", "me arrebataron", "tengo miedo". La ES.PE.RE lo que hace es validar el sufrimiento, impidiendo que este se convierta en el combustible del ciclo de la violencia. Crear ese "lugar sagrado" donde el grito silenciado puede ser escuchado.

b) Desmontar la Lógica del "Enemigo"

La polarización reduce al "otro" a una categoría: "es el culpable". La ES.PE.RE, a través de sus ejercicios, humaniza al adversario. Al invitar a ponerse en el lugar del otro, aunque no se comparta su ideología, se rompe el estereotipo. Se empieza a ver a una persona, con sus propias heridas y miedos. Esto no justifica la injusticia, pero desactiva el deseo de aniquilación.

c) El Perdón como Acto de Poder (no de Debilidad)

En un país donde muchos se sienten impotentes, el perdón es un acto de soberanía interior. Es decir: "Tú no seguirás dictando cómo me siento. Yo me libero de tu cadena". Enseñar esto es empoderar. Es devolverle a la persona la agencia que el contexto le ha robado. Un pueblo que practica el perdón no es un pueblo sumiso; es un pueblo espiritualmente libre, capaz de construir desde una nueva lógica.

2. Desde el Carisma de la Consolata

Ser Consuelo Encarnado

El misionero de la Consolata no lleva un mensaje abstracto. Lleva a Cristo, el Consolador, que se encarnó en un contexto específico de opresión y dolor. Su misión es la misma.

 a) Consolar es Encarnarse

Así como Jesús asumió la condición humana, el misionero debe "asumir" la realidad venezolana. No desde la queja, sino desde la compasión activa. Su presencia misma, al lado de los que sufren, sin huir, es un primer acto de consuelo. Usted está "con-solando", es decir, estando "con" el que está solo en su dolor.

b) Anunciar y Denunciar desde la Esperanza

El carisma de la Consolata implica un anuncio gozoso del Amor del Padre. Pero en un contexto de injusticia, este anuncio se convierte en una denuncia profética. Denuncia la idolatría del poder, la injusticia que desfigura a los hijos de Dios, la mentira que divide. Sin embargo, lo hace no con el odio del mundo, sino con la firme esperanza del Resucitado.

c) Ser Constructor de Comunidad

La violencia fragmenta. La misión de la Consolata es reunir. Su trabajo facilitando talleres ES.PE.RE es, en esencia, la construcción de micro-comunidades reconciliadas. Son células de esperanza, pequeños "reinos de Dios" que germinan en medio del caos. Allí, donde antes había desconfianza, se teje un nuevo vínculo. Esta es la "reconciliación" en acción: la recreación del lazo social. Quien recibe el perdón y la reconciliación se convierte en un agente de perdón y reconciliación. Su misión es multiplicar facilitadores, crear una red de "consoladores" que lleven esta consolación a sus barrios, familias y trabajos.

d) Mantener la Esperanza Activa

La tentación del desgaste es real. Aliméntese de la oración y de la certeza de que usted

está sembrando. Tal vez no vea los frutos en la macro-política, pero los está viendo en el rostro de quien, al final de un taller, dice "por primera vez, siento paz". Ese es el Reino de Dios germinando en Venezuela.

3. Conclusión

En medio de las tinieblas de la violencia y la injusticia, hacer presencia y acompañar, no está en pedir que se encienda una vela; sino en enseñar cómo fabricar la cera, cómo trenzar la mecha y cómo mantener la llama encendida incluso con vientos fuertes. Ese es el método ES.PE.RE. Y lo hace con el corazón de un misionero de la Consolata, que no lleva una luz propia, sino que refleja la Luz del que es Consuelo y Paz.

Siga adelante. Su país lo necesita. La Iglesia lo necesita. El Consuelo que es Jesús, compañero y guía de camino, camina junto a nosotras/os. Que María, la Consoladora de los Afligidos, nos cubra con su manto y nos inspire en cada paso de esta misión de misericordia.

 *Laicos Misioneros de la Consolata en Venezuela y el Continente Americano


miércoles, 22 de octubre de 2025

Principio ético - moral "A la mano"

 “Hacer el bien, bien hecho y sin ruido”

Obra del P. Carlos Alberto Zuluaga, imc - CAZ

Escuchando y leyendo tantas veces en el Instituto Misionero de la Consolata la frase “hacer el bien, bien hecho y sin ruido”, usada y propuesta por el Fundador, San José Allamano, a sus misioneros y misioneras, algún día vi en ella como la posible vía para una certificación de calidad: ¿Si nos visitará un auditor externo y neutral, especialista en Vida Religiosa, Misión Ad Gentes e Interculturalidad, podría emitir un certificado de calidad?, para exhibirlo ante autoridades, fieles y benefactores que permita generar mayor credibilidad y confianza para los de afuera, consolación, seguridadad y esperanza para los de adentro.

Principio ético - moral

Aunque en el lenguaje cotidiano los dos principios se usan como sinónimos, desde la filosofía los podemos entender, aunque levemente, como diferentes y complementarios.

El principio ético como una regla general o fundamento que orienta los comportamientos y los actos humanos hacia lo que es esencialmente considerado correcto, justo o valioso, desde la razón, el diálogo y el consenso. Aplicable para todos y por todos, con objetividad. La ética, al fin y al cabo, busca principios universales para actuar bien, independientemente de los contextos. Válidos para todos los seres humanos.

Un principio moral, en cambio, se entiende como norma interiorizada por personas o colectivos, que guían su conducta según lo que consideran "bueno" o "malo", basados en creencias, tradiciones, doctrinas o educación. Contiene fuertes componentes culturales, religiosos, personales, contextuales e históricos. Se asocia más con la conciencia - creencia que con la ciencia - razón.

Integrados los dos principios ayudan a armonizar la humanidad con la santidad: cuanto más humanos, más santos; cuanto más santos, más misioneros; cuantos más misioneros, más humanos. Así optimizan continuamente la vida de las personas y las comunidades, al mismo tiempo que la misión.  Sería el mejor certificado, garantía de fidelidad a un carisma recibido y donado.

En la práctica, ambos interactúan: uno puede actuar moralmente por fe o costumbre, auxiliado por la religión y las creencias, pero revisar las acciones éticamente, con la ayuda de las ciencias, para verificar su validez, la insidencia y coherencia.

El principio "hacer el bien, bien hecho y sin ruido" encierra una espiritualidad comportamental y una ética profesional que pueden tener un impacto transformador tanto en la forma de ser de cada persona como en el funcionamiento de una institución y el ejercicio de una misión. Es como una brújula que promueve la autenticidad, la humildad, la excelencia, el compromiso y la perseverancia, a partir de lo pequeño y cotidiano, en la línea del Evangelio y el Carisma misionero de la Consolata. En una sociedad saturada de ruido, ávida de novedad y víctima de la superficialidad y la apariencia, este principio se puede convertir en una forma poderosa, aunque discreta, de liderazgo ético - moral.


sábado, 4 de octubre de 2025

Profecía del Agua

 “Somos Iglesia, somos agua, somos vida, somos esperanza en acción”

El Agua habla

Cumbre Amazónica del Agua, celebrada en Iquitos (Perú) del 1 al 3 de octubre

Los seres humanos somos agua hasta en un 70 %. En este encuentro, el agua que está en nosotros, el agua que somos todos los presentes allí, se ha juntado para hablar, para denunciar, para susurrarnos a nosotros mismos, para gritar al mundo. Porque, aunque el agua está tan agredida “que ya no canta”, como dice Serrat, sí que habla. ¿Y qué ha dicho?

 Palabras de la hermana Agua

 Soy un sujeto,
un tú, interlocutor.
 
No soy un “recurso”, algo con lo que comerciar,
una veta para la codicia, una mercancía. No.
 
Soy sagrada, el fluido divino,
la fórmula de la vida
el secreto del futuro.
 
Tengo derechos. Y por tanto ustedes, los hombres y mujeres,
tienen serios deberes para conmigo.
 
Me duele oler mal, ser veneno,
ser causa de muerte y no de vida,
ser fuente de conflictos…
Me aflige que me hayan quitado mi color azul.
 
Únanse, escúchense, dialoguen,
busquen a otros para luchar,
reconociéndose todos como parte del Agua global.
 
Y recuerden que yo me muevo,
que si me estanco me pudro y emponzoño,
así que se tienen que poner en marcha
con creatividad,
con firmeza,
con tenacidad,
para que todos puedan ser manantiales que broten “hasta la vida eterna” (Jn 4, 14),
todos puedan vivir con salud, en armonía
y felicidad.
Especialmente los más pequeños y vulnerables.
 

(César Luis Caro, 04/10/2025, en ReligiónDigital)

 

martes, 30 de septiembre de 2025

Justicia, Paz e Integralidad de la creación

 Justicia – Paz e integralidad de la Creación (JPIC) y Misión IMC


 
1.      Dos organizaciones al servicio de una única misión

1.1.  La Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC), nacida en el ámbito eclesial y de la Vida Consagrada, como expresión del compromiso por una misión transformadora.

1.2. La misión de los Misioneros y Misioneras de la Consolata, inspirada en San José Allamano, quien pedía una misión que evangelice, eleve el ambiente y promueva la vida plena

2.      Temática, espiritualidad y prácticas convergentes

2.1. Contenido de la misión

2.1.1. La misión de la Comisión JPIC

     La Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC), impulsada en la Vida Consagrada         tras el Capítulo General de los religiosos en 1971, tiene como propósito:

·  Promover la justicia como exigencia del Evangelio.

·  Construir la paz frente a la violencia y los conflictos sociales.

·  Custodiar la integridad de la creación, reconociendo la relación inseparable entre humanidad y naturaleza.

El documento fundacional de JPIC afirma: “La misión de la Iglesia hoy no puede separarse del compromiso con la justicia y la paz en el mundo, ni del cuidado responsable de la creación” (USG–UISG, Roma 1971).

Este horizonte responde a lo que el Papa Francisco llama ecología integral, donde fe y vida, evangelización y promoción humana, son inseparables (Laudato Si’, 137–139).

   2.1.2. La misión de los Misioneros de la Consolata según San José Allamano

San José Allamano decía a sus misioneros que la misión no se reduce a predicar: “No basta con predicar, hay que elevar la vida del pueblo, mejorar sus condiciones, mostrar con obras el amor de Cristo” (Allamano, Scritti, 1920, p. 312). Hablaba de la “elevar el ambiente”, es decir, transformar la realidad para que el Evangelio produjera frutos integrales.

Los misioneros, en sus programas han traducido esa visión en iniciativas de promoción humana, educación, salud, conocimiento y valoración de las culturas.

Su estilo y espíritu misionero estaba enfocado desde la consolación: anunciar a Jesucristo, presencia de Dios que cuida, dignifica y acompaña.


Correlaciones entre JPIC y la visión allamaniana

Dimensión JPIC

Visión de Allamano

Correlación práctica

Justicia

Compromiso con los

pobres, defensa de

los derechos

humanos y de la tierra.

 

insistía en la promoción humana: escuelas, hospitales, defensa de la dignidad

JPIC - Allamano

coinciden en que la

misión evangeliza

elevando las condiciones

de vida

Paz

Construcción de

comunidades reconciliadas y

fraternas.

 

Pedía a los misioneros ser sembradores de fraternidad y respeto entre culturas.

 

La consolación

allamaniana se puede

traducir hoy en una

espiritualidad de perdón, diálogo y reconciliación.

Integridad de la

Creación

Cuidado ecológico,

sostenibilidad, respeto

por la naturaleza.

 

Hablaba de “elevar el ambiente”; hoy esa expresión se amplía a la creación como casa común.

 

La ecología integral

actualiza el carisma

allamaniano: misión es

también cuidar la tierra.

 

 

 4. Una misión compartida

Los Misioneros de la Consolata, en fidelidad al carisma de su fundador, pueden encontrar en la misión de JPIC una plataforma que expresa su propia identidad y viceversa:

· Evangelizar consolando y cuidando.

· Promover la justicia social como parte esencial del anuncio misionero.

· Ser artesanos de justicia y paz en contextos de conflicto.

·  Vivir la misión en clave ecológica, como custodia de la creación.

En palabras de Francisco: “La misión de los consagrados es ser profetas que testimonien cómo se puede vivir hoy la fraternidad con la creación y con los más pobres” (Francisco, Mensaje a la UISG–USG, 2014).

5. Acciones (propuestas prácticas para animadores misioneros parroquias, comunidades religiosas y grupos laicales, integradas en la misión de la JPIC y el IMC

 5.1. Justicia

Inspiración JPIC: compromiso con los pobres, defensa de los derechos humanos, lucha contra las desigualdades y las discriminaciones.

Inspiración Allamaniana: “No basta con predicar, hay que elevar la vida del pueblo” (Allamano, Scritti, 1920, p. 312), respetar los nativos y sus culturas.

Propuestas operativas:

· Organizar escuelas de ciudadanía, conciencia política, ética social y derechos humanos en las comunidades.

·  Apoyar iniciativas locales de economía solidaria y agricultura sostenible.

·  Formar grupos juveniles en doctrina social de la Iglesia con enfoque misionero.

· Impulsar campañas parroquiales contra la trata, la violencia, la discriminación y las exclusiones.

 5.2. Paz

Inspiración JPIC: construcción de comunidades reconciliadas y fraternas.

Inspiración Allamaniana: los misioneros deben ser sembradores de fraternidad, constructores de comunidad.

Propuestas operativas:

·  Promover círculos de diálogo comunitario para resolver conflictos locales.

· Celebrar cada mes un “Domingo de la Paz”, con liturgias inculturadas que integren símbolos de reconciliación.

· Ofrecer formación a catequistas y agentes pastorales en mediación y resolución pacífica de conflictos, perdón y reconciliación.

·  Favorecer experiencias interreligiosas de encuentro y oración por la paz.

 5.3. Integridad de la Creación

Inspiración JPIC: cuidado ecológico y sostenibilidad.

Inspiración Allamaniana: “Elevar el ambiente”, entendido hoy como cuidado de la casa común.

Propuestas prácticas:

· Celebrar cada año con entusiasmo el Tiempo de la Creación (1 de septiembre – 4 de octubre).

· Crear eco–ministerios parroquiales que animen a reciclar, reforestar, cuidar humedales y usar energías limpias.

·  Ofrecer retiros espirituales de ecología integral, uniendo Biblia, carisma de la Consolata y Laudato Si’.

·  Motivar a las familias a un estilo de vida sobrio, responsable y solidario.

 5.4. Consolación como síntesis (puente entre JPIC y IMC

·  Consolar a los pueblos es anunciarles a Jesucristo, consolación que libera y salva

·   Consolar a los pobres es reconocer, defender y promover su dignidad

·  Consolar a los que sufren violencia es buscar “armonía, justicia y paz”

· Consolar a los que lloran es acompañar con “compasión, cercanía y ternura”

·  Consolar a la creación herida es cuidar, cultivar y embellecer la “casa común”

Dinámicas para animadores

· Lectio JPIC–Allamano: tomar un texto de Allamano y un pasaje de Laudato Si’ y dialogar en grupo sobre cómo aplicarlo en la comunidad y la misión local.

· Mapa de la consolación: cada comunidad identifica qué heridas espirituales, sociales y ambientales existen en su territorio, y diseña acciones concretas de JPIC.

·  Vigilia de oración por la creación y los pueblos: un espacio de adoración y envío misionero con símbolos de la naturaleza y testimonios de comunidades.

Conclusión

La JPIC y el IMC convergen en una misma visión: la misión como transformación integral, donde se evangeliza promoviendo justicia, se construye paz y se cuida la creación. Así, la consolación que inspiró a Allamano e inspira a sus misioneros/as, se actualiza hoy como misión de esperanza para un mundo herido.

Bibliografía

·  Allamano, J. Scritti. Roma: Archivio Generale IMC, 1915–1925.

·  Allamano, J. Meditazioni ai Missionari. Torino: Editrice Missioni Consolata, 1936.

· USG–UISG. Justicia, Paz e Integridad de la Creación. Documento fundacional. Roma, 1971.

· Francisco, Papa. Laudato Si’. Encíclica sobre el cuidado de la casa común. Vaticano, 2015.

· Francisco, Papa. Mensaje a la Unión Internacional de Superiores Generales. Vaticano, 2014.

· Comisión JPIC. Guía para la animación de Justicia, Paz e Integridad de la Creación en la Vida Consagrada. Roma, 2018.

·  Biblia, Carta de los Derechos humanos, Carta de la tierra, Constitución Nacional, etc.