sábado, 19 de enero de 2008

LA MISIÓN EN EL CAGUÁN DEL DESPEJE

DE LA DESOLACIÓN DEL DESPEJE A LA CONSOLACIÓN DE LA MISIÓN

Con la guerra se mata la vida y muere la Paz.
Con el diálogo vuelve la esperanza y renace la justicia.
El despeje no despejó el panorama en el Caguán

Apareció el ejercito,
se escondió la guerrilla,
el pueblo se jodió.
La Iglesia Católica,
su organización y el Equipo Misionero
permaneció firme entre tanta confusión.
Equipo Misionero del Medio y Bajo Caguán, reunido en Cartagena (14-16/01/2008)

Misioneros de la Consolata, Hermanas de la Paz y P. Ricardo Tovar, Vicario de Pastoral

Del primer encuentro, evaluativo y de programación, del año 2008 dedicado a la Eucaristía, los Misioneros y Misioneras de las tres Parroquias (San Pedro Claver de Cartagena del Chairá, El Señor de los Milagros de Santa Fe del Caguán y San Isidro de Remolino) con el P. Ricardo Tovar, Vicario de Pastoral y representante del Obispo, Mons. Francisco Javier Múner Correa imc, asumieron los siguientes compromisos:

  1. Seguir acompañando a la gente, iluminados por la Palabra de Dios y fortalecidos en la Eucaristía, en cada una de las veredas (94 de Cartagena, 40 de Santa Fe y 37 de Remolino), privilegiando la atención a la formación y el seguimiento de los Catequistas. Ellos son guías espirituales en las Pequeñas Comunidades. Con ellos se puede garantizar la continuidad del camino de la Palabra en todos los rincón del territorio.
  2. Dar mayor participación a la comunidad en las celebración de los sacramentos, preparándolas y reflexionado, especialmente la Liturgia de la palabra Domingo siguiente, etc.
  3. Trabajar en equipo a nivel parroquial y vicarial, sin aislarnos en las parroquias, intercambiando bienes, servicios y personas.
  4. Favorecer una mayor participación, en todas las pastorales, de los laicos de cada comunidad y de los venidos de afuera. La tarea del Sacerdote está muy bien definida: escuchar, acompañar las personas y seguir todo el proceso formativo para hacer crecer una comunidad cristiana.

Tampoco en este encuentro, como en otros, faltó la oportunidad para festejar un evento importante, los 61 años de la Hermana Flor Angela Cortes, hermana de Nuestra Señora de Paz, directora de la Aldea Juvenil Emaus en Remolino del Caguán. Hemos vivido días de trabajo, oración y fraternidad, no faltaron momento de confrontación que nos ayudan a conocer y a crecer como hombres y mujeres de Dios, que trabajan por la construcción de su Reino.


Para renovar las fuerzas y relajar la mente y los ánimos, el p. Salvador nos proporcionó el “Masajeador Capilar”, que fue rotando en medio de los participantes, que iban masajeando la partes del cuerpo mas probadas por los años y el trabajo misionero.

Con esto nos despedimos, felices de compartir con ustedes nuestro camino de misioneros del Evangelio.

¡Hasta pronto!

p. Angelo Casadei imc.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde Italia
Hola padre, todo bien?
Me gusta hacer los cumplidos a estos misionarios-misionarias que en un lugar asì dificìl non solo por las dificultades de las vias de comunicacion pero por la situacion de vida, tienen la voluntad de hacer un camino juntos por llegar el Evanjelio en una manera mas incisiva compartiendo con la gente y dando responsabildad a los laicos que, es verdad,pueden despues una preparacion ayudar en modo concreto a la realizazion del Reino de Dios. Gracias por esto testimonio de unidad. Lucia Pagnossin

Caminantes con el sol dijo...

Hola Lucia!

Me uno a tu homenaje y reconocimiento.
Gastar la vida donándola es ganarla.
Es bueno saber invertir bien la vida y creo que eso lo han descubierto los misioneros que se donan para que la vida viva y tenga calidad.
Un abrazo agradecido por la participación en el Blog.
Salvador