jueves, 8 de mayo de 2025

Papa León XIV

 ¿Qué pienso del nuevo papa?, me preguntan

Me gusta, respondo como Misionero de la Consolata, por varias razones:

1.  Es del continente americano, ciudadano norteamericano de origen, por obligación y peruano por opción misionera, “porque uno no es de donde nace … sino de donde entrega el alma”, decía el Papa peruano: puente entre el sur y el norte. Nos inspira en la construcción existencial y legal de la continentalidad institucional que buscamos.

 

2.  Su nombre, Robert Francis Prevost Martínez, nos habla de un hombre planetario, hijo de Louis Marius Prevost, de ascendencia francesa e italiana, y Mildred Martínez de ascendencia española, raíces culturales y afectivas del nuevo Papa, nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955: puente entre la vieja Europa y la nueva América. Nos inspira en nuestra identidad misionera ad gentes, compartida con los pueblos del mundo al servicio de la fraternidad universal.


3.  Miembro de la Orden de San Agustín, una milenaria institución religiosa construida con los pilares de la vida comunitaria, el estudio cuidadoso, la interiorización contemplativa y la caridad operante que conduce humildemente a la justicia: síntesis armoniosa entre la contemplación y la acción, entre la oración y el trabajo. Nos inspira en la construcción de nuestra identidad religiosa - misionera alimentada con la piedad espiritual, el estudio iluminador, el trabajo humilde y perseverante, en compañía de La Consolata, modelo y guía, “Madre de Consolación” o “Madre de la Correa”, título principal con el que la Orden agustiniana honra a María.


4.      Misionero más allá de sus fronteras: graduado en matemáticas y filosofía en la Universidad de Villanova, Pensilvania y habiendo emitido los Votos Religiosos y estudiado teología en Chicago, fue Ordenado Sacerdote, en el año 1982. Viajó a Roma para estudiar Derecho Canónico. Destinado al Perú, inició su servicio misionero en Chulucanas, en el departamento de Piura, en 1985, al año siguiente fue llamado a servir a su Orden en Trujillo, como formador, desempeñando también otros servicios a la Iglesia local.  De allí fue llamado a su Chicago natal, como Prior Provincial y luego a Roma como Prior General de la Orden.

En el 2014 el papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo, cargo que asumió en 2015, después de haber solicitado y recibido la nacionalidad peruana, exigida por el gobierno peruano para poder desempeñar dicho cargo: disponibilidad y desempeño profesional, al servicio de la misión. Nos inspira en nuestro desempeño misionero cordial, perseverante e iluminado, digno de ser reconocido y valorado.


5.    Nombrado Cardenal por el Papa Francisco, entró al conclave con la experiencia de haber acompañado a su maestro y pastor, desde el 30 de enero del 2023, como prefecto del Dicasterio para los Obispos y la Comisión Pontificia para América Latina y salió Papa León XIV. Nos saludó, con los largos brazos de la Plaza San Pedro, este 8 de mayo del 2025, ofreciéndonos la paz e invitándonos a todos a dejarnos amar de Cristo y caminar juntos, como misioneros sin miedo, sirviendo a la vida en paz y justicia, de la mano de María.

 

6.     Oramos por ti, “hermano León”, compañero del hermano Francisco, en comunión y memoria de tus predecesores Francisco y León XIII, el Papa padre de la Doctrina Social de la Iglesia, autor de la Encíclica Rerum Novarum, sobre la situación de los obreros, que ejerció como puente (pontífice) entre la Iglesia y la sociedad civil, desde el 20 de febrero de 1878, tiempo de gestación de nuestro Instituto Misionero de la Consolata, fundado por Sa José Allamano el 29 de enero de 1901, poco antes de su muerte el 20 de julio de 1903. Honraremos la voluntad de nuestro Fundador que nos quería “papalinos”, obedientes al Papa.


miércoles, 23 de abril de 2025

Pascua con Jesús y con el Papa Francisco

 Misión de Semana Santa: Un caminar con el Siervo Sufriente


Durante la Semana Santa de 2025, treinta jóvenes universitarios y profesionales, acompañados por cuatro sacerdotes misioneros de la Consolata, emprendimos una experiencia profundamente transformadora en la parroquia El Señor de la Victoria, en Lebrija, Santander.

Nuestra misión nos llevó a sumergirnos en una reflexión profunda sobre el sufrimiento y la esperanza, dos realidades palpables tanto en los relatos de la Pasión del Señor como en la vida cotidiana de las personas, en la madre tierra y en la humanidad entera.

La misión del Siervo Sufriente

El Siervo aparece en diversos pasajes del profeta Isaías (42,1-7; 49,1-9; 50,4-11; 52,13-53,12) como un elegido de Dios, llamado y enviado con una misión que, paradójicamente, es fuente de dolor y esperanza:

  • v      Guiar a quienes han perdido el rumbo y buscan el camino recto.
  • v      Consolar y animar a los fatigados, abatidos y sin esperanza.
  • ❖ Liberar a los cautivos y prisioneros, Iluminar el sendero de quienes caminan entre tinieblas y sombras de muerte.

  • El Profeta de Dios presenta su vocación y misión, en el corazón de su libro sobre la Consolación: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a dar la buena nueva a los pobres, a sanar a los de corazón destrozado, a proclamar la liberación a los cautivos y a los prisioneros la libertad. Me ha enviado a proclamar el año de gracia del Señor y un día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los afligidos, para cambiar por una corona la ceniza de los afligidos de Sion, su ropa de luto por perfumes de fiesta, y su ánimo triste por cantos de alabanza” (Is 61, 1-3).

Desde esta perspectiva profética, Jesús de Nazaret es comprendido por los escritores del Nuevo Testamento, especialmente Lucas, como el Siervo Sufriente. El enviado por Dios Padre con la misión de llevar a plenitud las profecias gritadas a todo el pueblo y susurradas a cada corazón. Los dolores del Siervo antiguo se actualizan y reviven crudamente en la Pasión y muerte de Jesús: la detención injusta, la humillación, las bofetadas, los salivazos, el juicio arbitrario, la flagelación, la coronación de espinas, el camino del Calvario, la crucifixión, la agonía y, finalmente, la muerte.

El mismo Jesús, releyendo al Profeta Isaías (Lc 4, 18-19), presenta su vocación y programa misionero en la Sinagoga de su pueblo: “El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos; a dar vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos y a proclamar un año de gracia del Señor.” 

Con Jesús, por el camino y en la mesa

Acompañar a Jesús en su travesía desde Galilea hasta Jerusalén, siguiendo el relato del Evangelio de Lucas, es adentrarse en una experiencia de confrontación, desencuentro y dolor, que culmina en la entrega total de su vida. Pero también es un aprendizaje sobre la fidelidad apasionada a la misión confiada, sobre el amor llevado al extremo, hasta el sacrificio.

Este recorrido no es únicamente físico o histórico, sino profundamente espiritual, tejido con encuentros humanos y divinos que marcan el alma y renuevan el espíritu. No se trata solo de los lugares que Jesús visitó, donde dejó signos, milagros y enseñanzas, sino de los momentos cruciales en que se sentó a la mesa, compartió el pan y abrió los corazones.

Es un camino hacia la vida resucitada: una existencia sembrada, no enterrada; una presencia viva, no sepultada ni extinguida. De ahí que resaltamos los encuentros en la mesa, espacios de fraternidad y solidaridad, donde el pan recibido se transforma en alimento compartido, en vínculo entre los que se reúnen para celebrar la vida. Las mesas no fueron solo lugares físicos, sino ámbitos de reconciliación, donde se tejieron lazos entre personas, animales, plantas, lluvia y sol; entre el entorno y el Creador. Así, nuestro caminar con Jesús no solo fue geográfico, sino espiritual y comunitario, transitando los senderos de la fe y la esperanza.

Pascua de Consolación y Esperanza

Al concluir nuestra misión, en el retorno a nuestros hogares, recibimos la noticia del fallecimiento del Papa Francisco. La entendimos como su Pascua esperada, un tránsito a la eternidad en plena sintonía con su vida entregada.

Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco, vivió en sincronía con:

     v La "Comunidad de la vida" (sincronía ecológica).

  • v  El Señor Jesús (sincronía discipular).
  • v  María, madre-discípula (sincronía eclesial).
  • v  Los discípulos y discípulas (sincronía sinodal).
  • v  Los pobres y excluidos (sincronía humana de justicia y paz).
  • v  El tiempo litúrgico (sincronía entre la cotidianidad, la Cuaresma y la Pascua).

El Padre maternal, al igual que hizo con su Hijo, transformará su sepulcro en un vientre nuevo para la vida resucitada. A nosotros nos queda la gratitud, y a él, la gloria de la fidelidad.

¡Feliz Pascua 2025!

¡Aleluya!

jueves, 10 de abril de 2025

Semana Santa

 Coyunturas del Amor

Encuentros
 
Dia de intimidad festiva y fiesta de tradición.
¿Dónde, con quién y con qué lo celebraremos?
No será en la Betania del camino, sino en la Jerusalén del templo,
en amplia sala, con mesa previamente preparada.
 
Rostros, perplejos de discípulos expectantes, escuchan al Maestro.
“Ardientemente he deseado pasar esta Pascua con ustedes”
Momento que Jesús venía contemplando, como inicio del final,
noche de confidencias y dádivas gestadas en un compasivo corazón.
 
Despedida entre amigos, con legado para compañeros de misión,
momento apasionante, entre trágico y sublime, anticipo de la Pasión.
Miradas entrecruzadas, mezcladas con gestos, palabras y silencios,
mesa del pan compartido entre almohadones, del vino a sorbos bebido.
 
El Maestro, con humilde lienzo ceñido, lava los pies a “los del Camino”,
toma pan y dice: coman, este es mi cuerpo que es dado por ustedes,
toma vino y dice: beban, esta es mi sangre, derramada por ustedes.
Hagan ustedes lo mismo. Háganlo en memoria mía.
 
Hora de despedida, profundamente sentida, pero no abandono.
No se les turbe el corazón, ni tengan miedo:
¡“No los dejaré huérfanos”!
“Rogaré al Padre y Él les dará otro Consolador”
 
Por la noche, experimentará el miedo y la soledad, allá en el huerto
en el tribunal los jueces lo condenarán,
en el calvario los soldados lo crucificarán.
Desde la cruz genera comunidad nueva: mujer madre - discípulo hijo.
 
Confiado en el Padre, entrega su Espíritu, agoniza y muere.
Sus discípulos lo encuentran vivo en la casa, el camino y el trabajo,
alegres, lo quieren retener, pero se les va a la casa del Padre
prometiendo su presencia en la ausencia: estaré con ustedes, hasta el fin.
 
¡Resucitó!
Está con nosotros, nos dicen sus testigos.
Nosotros, los que lo escuchamos y seguimos, lo sentimos.
¡Feliz Pascua 2025!

sábado, 22 de marzo de 2025

Retiro espiritual

 Retiro espiritual de Cuaresma

“Junto al mar de Galilea”

"Solo un corazón ardiente puede escuchar el llamado de Dios"

Para servidores de la Emisora Minuto de Dios, familiares y amigos

En el Centro de Misión y Culturas “José Allamano”

22 de marzo de 2025

Retiro

Salir de … y alejarse o alejar, retirar o retirarse (dejar una actividad; conseguir que un individuo se aleje; apartar a alguien o algo). 

Espiritual

Dedicado al espíritu, al alma, al interior, al corazón, para vivir una experiencia espiritual.

Cuaresma

Tiempo litúrgico propuesto por la Iglesia de Jesucristo para hacer camino consciente de conversión y purificación, con oración, penitencia y caridad para el crecimiento en humanidad y santidad, en beneficio de sí mismos, de la sociedad y de toda la “comunidad de la vida” (Carta de la tierra).

Junto al mar de Galilea

Un lago de agua dulce, llamado mar por su extensión, alimentado por el rio Jordán, frecuentado por Jesús de Nazaret. Lugar en donde se encontró con sus primeros discípulos, denominados Apóstoles.  

"Solo un corazón ardiente puede escuchar el llamado de Dios"

“A la luz del Sagrado Corazón, la misión se convierte en una cuestión de amor”, leemos en la Encíclica Dilexit Nos (n. 208), del Papa Francisco, publicada el 24 de octubre 2024. La sintonía con el corazón de Jesús, evita el riesgo de que “se digan y se hagan muchas cosas, pero no se logre provocar el feliz encuentro con ese amor de Cristo que abraza y que salva” (n. 208). La misión es, entonces, una cuestión de amor en cuanto provoca el encuentro con ese amor de Jesús. De ahí el tema de este Retiro: “Solo un corazón ardiente puede escuchar el llamado de Dios”.

El mismo San José Allamano, titular de este Centro de Misión y Culturas que nos hospeda, solía repetir a los misioneros (1901) y misioneras (1910) por él fundados, formados y enviados: ”El verdadero apóstol es encendido por la caridad, es decir, por la pasión de hacer conocer y amar al Señor; buscar el bien de las personas y no de sí mismo”. La pasión misionera es sinónimo de ardor misionero celo apostólico. Es el espíritu propio de un evangelizador y la característica propia de la evangelización. La cuarta Conferencia General del episcopado latinoamericano, en Santo Domingo, reitera esta característica: “El ardor apostólico de la nueva evangelización brota de una radical conformación con Jesucristo, el primer evangelizador. Así, el mejor evangelizador es el santo” (n° 28). Cuando el fuego arde, incendia, quema y se expande. Igual sucede con el corazón.

La misión, entendida desde la perspectiva del amor, “exige misioneros enamorados, que se dejan cautivar (formar – conformar) por Cristo y que inevitablemente transmiten ese amor” (DN 209). Vocacionados, llamados por Jesús para estar con Él (ser santos) y enviados (misioneros), según el Evangelio de Marcos 3,13-19.

Servidores de la Emisora Minuto de Dios

Todos, incluidos los familiares y amigos, “de alguna manera misionero(s), como lo fueron los apóstoles de Jesús y los primeros discípulos, que salieron a anunciar el amor de Dios, salieron a contar que Cristo está vivo y que vale la pena conocerlo. Cada uno la cumple a su modo, y tú verás cómo podrás ser misionero. No importa si puedes ver algún resultado; eso déjaselo al Señor, que trabaja en lo secreto de los corazones. Pero no dejes de vivir la alegría de intentar comunicar el amor de Cristo a los demás» (DN, n. 216). Claro está, en y con la Iglesia impelida también a salir e ir: ella “también [necesita corazón] para no reemplazar el amor de Cristo con estructuras caducas, obsesiones de otros tiempos, adoración de la propia mentalidad, fanatismos de todo tipo que terminan ocupando el lugar de ese amor gratuito de Dios que libera, vivifica, alegra el corazón y alimenta las comunidades” (n. 219).

domingo, 2 de febrero de 2025

Encuentro con la Consolación

Encuentro con la Consolación

Arte CAZ

En esta fiesta de la Candelaria o de la luz, el Evangelio de Lucas (2, 22-40) nos describe un encuentro, Ipapante en el griego bíblico, entre los padres de Jesús y dos laicos profetas Simeón y Ana, frecuentadores del templo de Jerusalén. Los cuatro hacían parte del “resto fiel” del pueblo de Israel que esperaba al Mesías anunciado por los Profetas. El niño Jesús resultó ser el punto de convergencia o mediador del encuentro, pasando de los brazos de sus padres a los de Simeón.

 La familia de Nazaret peregrina al templo para cumplir con la ley de la purificación de la mujer madre y presentar el primogénito varón para consagrarlo a Dios, tal como se ordenaba. Ni María necesitaba la purificación, ni Jesús, Dios encarnado, necesitaba la consagración.

Los humildes y pobres peregrinos subían, seguramente emocionados y expectantes, las escaleras del templo, mezclados con la multitud, portando el niño y la ofrenda, dos pichones de tórtola. A la entrada aparece, sorpresivamente, un hombre “justo y piadoso que esperaba la consolación de Israel”, que “había venido al templo movido por el Espíritu”, de nombre Simeón, que significa “Dios ha escuchado”, pues proviene de la palabra hebrea shema, “escuchar”. 

El Espíritu que lo habitaba le había revelado que “no moriría antes de ver al Mesías enviado por el Señor”. Esperaba confiado el día, el momento y la forma como se revelaría. Cuando llegó la hora, fueron él y una anciana llamada Ana, que “esperaba la liberación de Israel”, quienes identificaron y reconocieron, en medio de los peregrinos, al Mesías esperado. Su presencia expectante y atenta, representante del pueblo de la alianza, recibe de brazos abiertos la promesa esperada e inutiliza los viejos rituales que la fiel familia quería cumplir.

Ambos, Simeón y Ana, plenos de gracia y alegría, daban gloria a Dios y hablaban del Niño Mesías a cuantos esperaban la consolación – liberación. Simeón, en nombre todos ellos, sosteniendo al niño en sus brazos canta:

 “Ahora, Señor, según tu promesa, Puedes dejar que tu siervo muera en paz. Mis ojos han visto a tu salvador, A quien has presentado ante todos los pueblos como luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”.

 Algunas inferencias para continuar

1.      Los padres de Jesús, como piadosos judíos, cumplen con la Ley

2.      Simeón y Ana, dos laicos fieles que esperaban la consolación – liberación, sin ser ministros del templo, pero sí fieles profetas, perciben la presencia del Mesías Salvador, lo acogen con fe y alegría, hablan de Él y lo presentan públicamente.

3.      Simeón lo identifica y anuncia como: Luz para todos los pueblos, no solo para Israel, y gloria de su pueblo, aunque no todos lo reconozcan, actualizando así la antigua profecía, Isaías 42,6.

4.      Su padre y su madre ven la alegría de los representantes de su pueblo, escuchan sus palabras y se admiran, guardando todo en el corazón.

5.      Simeón profetiza la cruz, signo de contradicción que ofrece a la humanidad la verdadera consolación y hace sufrir a María en lo hondo de su corazón.

En su conjunto, toda esta hermosa y simbólica celebración, se refiere al ENCUENTRO de Israel con su Mesía, salvación extendida a todos y, al mismo tiempo, mediación de la salvación por todos buscada. Danza de la alianza con la esperanza, experimentada y celebrada como consolación - liberación.

Extraordinaria propuesta para vivir el Jubileo de la Esperanza (2025) con las actitudes de María, José, Simeón y Ana. Los cuatro habitados por la fe en el Dios de la vida y de la historia, fieles a la alianza y abiertos siempre a la esperanza, hasta la ancianidad. Capaces de reconocer, en medio de la multitud peregrinante, lo nuevo enraizado en lo antiguo, tomarlo en los brazos con alegría y cariño, proyectarlo al futuro con confianza y realismo. Maravilloso paradigma para el encuentro generacional, en donde los ancianos bendicen lo nuevo con gratitud y confianza, abren el espacio del futuro con alegría y profecía. Este es el resultado del encuentro con la consolación que nos conducirá por los caminos de la verdadera liberación.   


viernes, 27 de diciembre de 2024

El futuro es tarea

 Jóvenes constructores de su futuro

Foto Stanis

Una propuesta 

Había una vez un joven llamado Andrés, quien, en su cumpleaños número 25, se encontraba insatisfecho con su vida. Aunque tenía sueños grandes, sus días se escapaban entre distracciones y malos hábitos. Un día, su abuelo, un hombre sabio y respetado, le dio un consejo sencillo pero poderoso:

"Quién serás dentro de cinco años depende de los libros que lees, la comida que comes, los hábitos que construyes, las personas con las que pasas el rato, la actividad física que practicas, el dinero que inviertes y los sacrificios que haces" y la espiritualidad que te habite y te mueva.

Intrigado, Andrés decidió tomar estas palabras en serio y cambiar su vida, construyendo un futuro que valiera la pena.

Los libros que lees

Andrés comenzó a dedicar tiempo a la lectura cada noche. Pasó de leer novelas ligeras a libros que le enseñaban sobre liderazgo, finanzas y desarrollo personal. En uno de esos libros, aprendió que "la vida mejora cuando mejoras tus decisiones". Inspirado, tomó notas y aplicó lo aprendido, cultivando su mente con nuevas ideas.

Resultado: Al cabo de un año, su forma de pensar era más estratégica, y sus decisiones comenzaron a reflejar sus nuevos conocimientos.

La comida que comes

Dejó atrás las comidas rápidas y optó por aprender a cocinar recetas saludables. Investigó sobre nutrición y entendió que su cuerpo era su herramienta más importante. Incorporó frutas, vegetales y proteínas en su dieta, notando rápidamente un aumento en su energía y bienestar.

Resultado: Su mente estaba más clara, y ya no se sentía fatigado a mitad del día.

Los hábitos que construyes

Al principio, construir hábitos fue difícil, pero Andrés empezó con pasos pequeños: levantarse temprano, escribir sus objetivos del día y practicar gratitud cada mañana. Al repetir estas acciones, se convirtieron en parte de su rutina diaria.

Resultado: Andrés se volvió más disciplinado y productivo, logrando avanzar en proyectos que antes parecía imposible terminar.

Las personas con las que pasas el rato

Andrés evaluó sus relaciones y se dio cuenta de que algunas personas en su círculo no compartían sus valores. Aunque fue difícil, decidió rodearse de amigos que lo motivaban y que también trabajaban en sus metas.

Resultado: Su nuevo círculo lo inspiraba a crecer, y juntos se desafiaban a alcanzar nuevos logros.

La actividad física que practicas

Un día, un amigo lo invitó a correr. Al principio, no podía completar ni un kilómetro, pero persistió. Más tarde, se inscribió en un gimnasio y encontró en el ejercicio una forma de liberar el estrés y fortalecer su cuerpo.

Resultado: Andrés no solo mejoró físicamente, sino que también adquirió una mayor confianza en sí mismo.

El dinero que inviertes

Inspirado por sus lecturas, Andrés aprendió sobre inversiones. Comenzó ahorrando un pequeño porcentaje de su salario y luego invirtió en un fondo indexado. También tomó un curso para aprender a gestionar mejor sus finanzas.

Resultado: En cinco años, había acumulado un ahorro sólido y generado ingresos pasivos, lo que le permitió cumplir metas como viajar y estudiar.

Los sacrificios que haces

Andrés entendió que el éxito requiere dejar de lado algunas cosas. Renunció a noches de fiesta sin sentido, redujo el tiempo que pasaba en redes sociales y se enfocó en actividades que sumaban valor a su vida.

Resultado: Aunque los sacrificios eran incómodos al principio, se sintió más satisfecho al ver los resultados.

La espiritualidad que te habite y te mueva

Andrés se descubrió a sí mismo como un ser integral: biológico, emocional, espiritual. Conectado con dodos los otros seres del planeta y del cosmos. Se interesó en generar y participar en encuentros diversificados, en tejer relaciones creativas y constructivas. Buscó conocer testigos de vida amable y feliz. Así se encontró con la persona de Jesús de Nazaret y su evangelio, se hizo su discípulo misionero e integró en su tiempo el servicio desinteresado, realizado por amor.

Resultado:  aún siendo incomprendido por muchos de su entorno, irradiaba alegría y sonreía, contagiaba de consolación los ambientes que frecuentaba y, sin hablar, invitaba a experimentar lo que vivía.

Universitarios y profesionales en misión de Navidad 2024 - Puerto Gaitán, Meta

El Andrés de 5 años después

A los 30 años, Andrés casi no reconocía al joven que era cinco años atrás. Ahora tenía una vida plena: estaba rodeado de personas que lo apoyaban, se sentía fuerte y saludable, tenía un negocio que le apasionaba, un futuro financiero sólido y le alcanzaba el tiempo para servir, contemplar y orar.

En una reunión familiar, su abuelo le preguntó: "¿Qué hiciste para llegar hasta aquí?"

Andrés sonrió y respondió: "Seguí tus palabras. Leí, comí mejor, construí buenos hábitos, cuidé a quién dejé entrar en mi vida, me mantuve activo, invertí en mi futuro y tuve el coraje de hacer sacrificios" y cultivé una espiritualidad o manera de vivir.


viernes, 13 de diciembre de 2024

Consolación en el miedo

 Consolación en el miedo

Todos conocemos el miedo
a los animales los impulsa a enfrentar o a huir
a los humanos los alerta ante expectativas o suposiciones.
A veces desafía o paraliza, asusta o espanta, confunde o esconde.
Habita como sentimiento que domina y encoge.
 
No es efecto sin causa
pesa en la conciencia traumática del pasado
sorprende ante los desafíos del presente
obnubila las visiones del futuro.
Ahoga la esperanza y debilita la confianza.
 
Cuando conocido, puede ser reconocido y desvelado
identificado, enfrentado, tratado, superado.
No teman, grita el Profeta al Pueblo de Dios
No tengan miedo, exhorta Jesús cuando envía
No tengas miedo susurra María en el Tepeyac mexicano
Coraje, con la mano en el corazón, ofrece San José Allamano.
 
La fe genera la confianza que vence al miedo
Dios dice al pueblo antiguo
“no temas, porque yo estoy contigo;
no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré;
te sostendré con mi diestra victoriosa”.
 
El Ángel Gabriel le dice a María
“No tengas miedo, María
Dios te ha concedido su favor
Quedarás encinta y darás a luz un hijo,
 le pondrás por nombre Jesús.
 
Jesús dice a sus discípulos
 “no tengan miedo … soy yo … estoy con ustedes
no tengan miedo a los que matan el cuerpo
¡Levántense, no tengan miedo!”  
 
La ternura acogedora auyenta el miedo
Dice la “morenita” al indígena Juan Diego
“Que nada te angustie y te perturbe.
¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu madre?”
“Estaré siempre dispuesta a escuchar su llanto, su tristeza,
para purificar, curar todas sus miserias, sus penas, sus dolores”.
 
“Coraje y adelante en el Señor”
 Dice San José Allamano a sus misioneros