miércoles, 6 de noviembre de 2024

Acción de gracias

 Entre plumas, vegetales y flores

Obra artística de Carlos Alberto Zuluaga - CAZ

Toda la creación y, con ella, todos los pueblos con sus culturas y espiritualidades concurren, “corren- con”, lo necesario para confeccionar la Eucaristía:

El suelo, tapizado con la piel amazónica del jaguar, con su oferta biodiversa, convertida por el trabajo humano en pan donado para ser partido, compartido y repartido. El vino de la vid cultivada, para ser brindado y libado en el cáliz de la chacana cultural.

Todo traído en manos ancestrales, de indígenas, negros, mestizos y blancos, ofrecido en procesión fluvial, urbana y rural.

 La barca colombiana navega mientras el pueblo camina entre plumas, vegetales y flores. Al ritmo de la música ambiental y la danza del colibrí, animada por leves redoblones de tambor que llaman a la “acción de gracias” por la canonización y a la aclamación de San José Allamano nuestro titular, protector y fundador.

 Que nos traiga santidad, justicia, paz y consolación, a todos los humanos, conectados con toda la creación. 

jueves, 31 de octubre de 2024

Itinerario de santidad

 Itinerario de Santidad misionera de la Consolata

Fiesta de la Beatificación, Niery - Kenia, 2025

Un camino humano y terrenal recorrido en tan solo 39 años, del 22 de agosto de 1891 al 31 de octubre de 1930, lleva a Aurelia Jacobina Mercedes al pódium de los bienaventurados.

Baño en la pila bautismal

Al día siguiente de su nacimiento, su padre Giovanni Stefani y su madre Annunziata Massari, la llevan al templo, como lo hicieron con los otros 11 hijos. El sacerdote de Anfo la baña con el agua del bautismo y, de ahí en adelante, todos la llamarán Mercedes, como a Santa María de la Merced.

Este título, María de la Merced, nos lo recuerda el teólogo Xabier Pikaza, no es una referencia de lugar, como los de Lourdes o Fátima, Monserrat o Guadalupe, aunque esos nombres hayan recibido también un sentido carismático especial. La Merced es, más bien, un título teológico y apostólico, que está indicando una faceta importante del misterio de María, la Madre Jesús, de manera que puede convertirse en principio de una acción liberadora al servicio de los hombres cautivos”.

Con este nombre, respondiendo por su identidad a cada llamado, fue creciendo la hermosa, vivaz y servicial Mercedes, dicen sus biógrafos: "Toda persona que por cualquier motivo, en Anfo o en sus alrededores sufre, se convietrte para ella en un hermano o una hermana para amar". Ese sentimiento, esa disposición de ánimo, esa identificación con el sufrimiento del otro, se llama compasión. La misma que mueve a la acción, a la misericordia: “ayuda a las familias más necesitadas, donde hay niños para cuidar, socorre a los pobres y enseña a orar, a trabajar y tener confianza en Dios. Les lleva aquello que el papá coloca a su disposición y sobre todo las cosas a las que ella misma renuncia: alimentos y dinero”. Su vida se fue orientando por los caminos de la fe y de la caridad, mientras estudiaba, oraba, ayudaba en la Parroquia y cuidaba de la familia, especialmente después de la muerte de su mamá, hasta que su papá se volvió a casa con Teresa Savoldi, otra buena mamá.

De la compasión brota la merced (dádiva) y la misericordia activa y libradora que alivia los sufrimientos y engendra la consolación en quienes la ofrecen y quienes la reciben, como lo significa el participio del verbo transitivo consolare en Italiano, conjugado al femenino: consolata, en Español consolada, que consuela y es consolada al mismo tiempo.

Misionera de la Consolata

Fiesta de la Beatificación 2015

El 19 de junio de 1911, en la víspera de la fiesta de la Santísima Virgen Consolata, Mercedes parte de Anfo para Turín y es recibida por el Canónigo José Allamano. El 28 de enero de 1912 recibe, del mismo Fundador, el habito religioso y, como se usaba en su tiempo, el nuevo nombre “Irene”, que bíblicamente habla de serenidad o paz.

El 29 de enero de 1914, con otras 4 novicias y en presencia del Padre José Allamano, hace los votos de obediencia, castidad y pobreza, consagrándose totalmente al Señor. Ella misma traza, en pocas palabras, el programa de su vida: “Solo Jesús – Todo con Jesús – Nada mío – Toda de Jesús – Todo por Jesús – Nada para mí”.  De “prisa”, como María cuando visita a su prima Isabel, parte de Turín para el Kenia – África, zarpando en el puerto de Génova el 28 de diciembre de 1914, en la nave Porto d’Alessandretta, llegando a Mombasa el 31 de enero de 1915.

Una vez en Limuru, cerca de Nairobi, después de los trámites legales y encuentro con las otras 15 misioneras de la Consolata, se dedica al conocimiento del pueblo Kikuyu, su lengua y su cultura.  Al año siguiente, 1916, envuelta en la guerra entre ingleses y alemanes, la Hermana Irene, mensajera de la “paz de Dios”, transcurre su vida entre los hacinados hospitales militares de Kenía y Tanzania, distribuyendo la "medicina de Dios”, con delicadeza, profesionalismo y perseverancia, especialmente a los africanos reclutados por los ingleses o alemanes y abandonados a su suerte, después de heridos o muertos. Hasta el punto de ser reconocida por los mismos médicos, enfermeros y vigilantes, "no como una mujer sino como un ángel".

Finalizado su “servicio militar”, regresaron, ella y sus compañeras, a la misión en Karema, con el ánimo de descansar un poco. Encontraron la región asolada por la sequia y plagada de una fiebre española, que llevaba consigo muchas vidas. Se dedicaron a educar, en la escuela, a los alumnos y a la gente para enfrentarla. Irene, como “maestra”, ejercía su tarea en la institución y salía por los campos visitando enfermos, buscando alumnos, catequizado gentes y preparándola para el bautismo.

Finalmente, estando en Guikondi, realizó su última caminata apostólica entre las hermosas colinas del territorio kikuyu para reconfortar al maestro Julius Ngare, enfermo de peste, quien moriría en sus brazos. Algunos días después, el 31 de octubre de 1930, también Nyaatha, madre de toda misericordia, como la llamaban, habiendo contraído la misma enfermedad, moría a los 39 años.

Fiesta de la Canonización - 2015

Beata Irene

Las botas de MercedesIreneNyaatha, entre una pila bautismal y otra, seguían caminando por los mundos de la misión, esparciendo aroma de santidad, entre las misioneras y los misioneros, en medio de los pueblos y las comunidades. Sembrando de merced, paz y misericordia el territorio. 

En una ocasión, en el 2015, en medio de la furia guerrillera en Mozambique, intercede a favor de un grande grupo de gente Macua, más de 270 personas, detenidas durante cuatro días dentro del templo de Nipepepe, Diócesis de Lichinga, cuando se encontraban en formación. En esa atmósfera de espera temerosa brota, de pronto, agua de la pila bautismal. Agua en abundancia para calma la sed de niños y adultos, hombres y mujeres. Agua de vida, restauradora de las energías y salvadora de la muerte. Milagro, susurraron todos y se lo atribuyeron a la Hermana Irene, invocada con fe y esperanza por el Párroco José Frizzi, misionero de la Consolata, que los acompañaba.

Comisiones diocesanas y romanas estudiaron el hipotético milagro y concluyeron que era obra del Omnipotente, realizada por la intercesión de la hermana “toda Misericordia”.  Todos repetían “por intercesión de Sor Irene, fuimos salvados”. En el 2015 la hermana Irene fue beatificada en Nyeri, Kenia, el 23 de mayo. Declarada Beata, feliz, bienaventurada.

Sintesis 

Compasión + merced - misericordia - liberación + consolación = santidad - alegria - felicidad - bienaventuranza. 

Este ha sido un buen itinerario, camino y metodologia práctica, de santidad misionera de la Consolata, al estilo de San José Allamano. Una santidad "A la mano", vivida y testimoniada por las Beatas Irene y Leonella. Siendo "A la mano", también sirve para nosotros.

miércoles, 16 de octubre de 2024

San José Allamano

 Un santo "a la mano"


Del pueblo a la ciudad

Hijo y hermano en una familia del campo, religiosamente educada y vocacionalmente cultivada para el servicio, humilde y trabajadora, sin lujos, pero con dignidad y autosuficiencia, José Allamano tiene muchos rasgos en común con la mayoría de los Misioneros de la Consolata, que hasta ahora han llegado al Instituto. Casi todos emigrantes de los campos a las ciudades por motivos de estudio o trabajo. La interacción entre la casa, el campo y el pueblo, la escuela y la parroquia, junto con un poco de tierra o un trabajo familiarmente gestionado, conforman un nicho cultural común, en el cual se interiorizan valores sociales y políticos, espirituales y religioso, laborales y económicos, que sirven de plataforma para la vida. El salto a la ciudad, que normalmente se torna traumático, viene mediado para Él por el Oratorio salesiano y el seminario, lugares de formación integral y progresiva, como sucede también para la mayoría de los misioneros del Instituto.

José Allamano nace el 21 de enero de 1851, en el Piamonte, norte de Italia, en el pequeño Castelnuovo, pueblo de santos, viñedos y ganados, cerca de Turín. Vive allí su primera década, con su madre Mariana y José su padre, que murió cuando apenas tenía 3 años, y sus cuatro hermanos.  

En este contexto de base nosotros, los misioneros de la Consolata, nos sentimos en sintonía con el Fundador. Tal vez por eso como que nos entendemos con él, lo escuchamos con gusto y sentimos que nos entiende. Lo aceptamos, sin resistencias, como Padre y Formador. Él nos hace sentir en casa con su “espíritu de familia”.  

De Formando a Formador

Del Oratorio, por personal iniciativa y decisión, aún contra la voluntad de Don Bosco, muestra clara de su personalidad y temple de carácter, pasó al Seminario Diocesano de Turín, en donde perseveró, durante siete años, dedicado al estudio, la oración y el trabajo. Al final de su proceso formativo, con apenas 23 años, recibió su Ordenación sacerdotal, el 20 de septiembre de 1873, casi con su primera destinación, después de breve experiencia pastoral con su tío Juan: educador en el seminario de donde acababa de salir. Dio su sí al Obispo con susto, pero confiado en su bendición.

Casi que la segunda y tercera década de su vida la vivió entre su pueblo natal y la capital de su territorio piamontés, como seminarista primero y luego como joven Sacerdote diocesano. A los 23 años pasó de formando a formador de aspirantes al sacerdocio, que enseguida se convertían en colegas de ministerio. Parece haber nacido para esa misión.

Formador, Pastor y Animador

En los siete años como educador en el seminario, encargado de la disciplina primero y director espiritual después, inició su especialización académica, que complementaría con sus 46 años de pastoral diocesana en y desde el Santuario de la Consolata, para llegar a ser, poco a poco, “Padre y Maestro de Misioneros” (Mons. Luis Augusto Castro).

A partir de 1880, hasta el final de sus días, el 16 de febrero de 1926, combinó siempre su misión de Formador con la de Párroco (Rector) en el Santuario de la Consolata. Un sacerdote diocesano que, de niño había sentido el llamado a la misión más allá de sus fronteras, mientras escuchaba al Cardenal Guillermo Massaia que, como obispo misionero en Etiopia, venía a hablarles en el Oratorio o cuando leía libros de historia y geografía, que le encantaban.

Durante los tiempos de seminario sintió fuerte la vocación misionera, pero debido a su frágil salud, el Padre Espiritual le aconsejó y convenció de posponer su ingreso a una Congregación misionera. Él, coherente consigo mismo, no pudiendo ir directamente, se empeñó en hacer algo, aunque fuera indirecto: ofrecer a los sacerdotes diocesanos de Turín y del Piamonte, que deseaban ser misioneros, una posibilidad de partir para la misión. Su proyecto de una organización diocesana con tal fin se fue desarrollando lentamente, sin prisa ni presión, hasta que encontró condiciones favorables y se concretizó.

Desempeñando esa triple dimensión ministerial de Formador, Evangelizador y Animador, en y desde el Santuario de la Consolata, en la Iglesia Particular de Turín y su Provincia piamontesa, fue gestando su obra, con el apoyo de su compañero de trabajo y amigo, P. Santiago Camisassa, del Cardenal y muchos eclesiásticos, religiosos/as y laicos comprometidos: el Instituto Misionero de la Consolata (1901) y el de las Misioneras (1010), sin dejar de ser plena e integralmente sacerdote diocesano.

“Este projeto, forjado aos pés da Mãe, que sendo Consolata (Consolada), torna-se Consoladora dos aflitos, foi aglutinando missionários dispostos a deixar tudo, à semelhança do Filho de Deus, para ficarem perto de outros povos e tornarem-se para eles presença de consolação, entendendo que a missão e a promoção integral da pessoa devem caminhar juntas” (Luiz Balsan).

En una de sus tantas síntesis el P. Antonio Bonanomi proponía que todo Misionero de la Consolata fuera Formador, Evangelizador y Animador, como el Fundador. Mientras el P. Piero Trabucco, en Toronto Canadá, abriendo en el 2012, el primer encuentro de un Consejo Continental, exhortaba: “Es importante inculturar el Fundador, haciendo esfuerzos para que el fundador histórico llegue a cada cultura y se re- exprese vivo en los misioneros, los laicos y las hermanas. Resaltar el “Fundador como educador”, “como pedagogo”, “como formador en el seminario y padre de misioneros”.

Él continúa formando y educando, con su estilo, espíritu y método, en las diferentes Comunidades Formativas, los Colegios y otras Instituciones. Continúa presente y activo en la misión a través de los misioneros/as que, en las varias “opciones misioneras ad gentes”, se inspiran en su propuesta. Continúa animando las Iglesias Locales, la Vida Consagrada, los laicos comprometidos, la sociedad civil, los jóvenes y los niños para que salgan, más allá de sus fronteras sociales, culturales, religiosas y geográficas, a “anunciar la gloria de Dios entre los pueblos”.

Gracias a ese recorrido existencial, a la veneración del pueblo por su vida donada, a su presencia continua en la misión, experimentada y testimoniada por sus misioneros y misioneras, viene propuesto como digno de seguirle el proceso para la canonización. Todo ha sido estudiado diligentemente por expertos, expresamente designados: su vida y su vivencia de la fe, la esperanza y la caridad, en grado heróico, su pensamiento escrito o transmitido por tradición, los milagros atribuidos a su intercesión, ante el Dios de la vida, por las gentes de la misión en el mundo kikuyo, en el Kenia y en el amazónico, en el Brasil. 

Una vez superadas las diferentes etapas e instancias, diocesanas y vaticanas, exigidas por la Congregación de los Santos, fue propuesto al Papa para su aprobación. Ël, considerando correcto el procedimiento, aprobó su Canonización. 


Será proclamado SANTO, reconocida públicamente su santidad, el 20 de octubre del 2024, día universal de las misiones, por el mismo Papa Francisco, en Roma, junto a la basílica de San Pedro y propuesto como inspiración para la Iglesia Católica y todas las personas de buena voluntad.

jueves, 26 de septiembre de 2024

Misión "A la mano"


 A missão de Jose Allamano no espelho de Jesus



 (São Paulo – Brasil 25/09/2024)

Jesus de Nazaret

José Allamano

Inferências

Filho de Maria e Jose

Filho de Mariana e Jose

Importância da família

Encarnação Humanidade

Habitou o seu território galileu

Habitou o seu território piemontês

Importância do contexto geográfico Inculturação

Viveu no século I d.C.

Viveu entre dos séculos

XIX e XX

Importância do Jesus e do Jose históricos

Cresceu em estatura, sabedoria e graça, diante de Deus e dos homens (Lc 2,52) 

Cresceu em estatura, sabedoria e graça, diante do seu povo e sua comunidade de fé  

Importância da formação integral

Humana - Espiritual Acadêmica e pratica

Entrou no movimento de João Batista e depois o Espirito o levou pelo seu caminho

Entrou no movimento de João Bosco e depois o Espirito o levou pelo seu caminho

Importância da inserção em grupos, associações, congregações

com consciência crítica

Amadureceu o seu Projeto do Reino de Deus no longo período de vida oculta e o explicitou na sua vida pública, no seu contexto galileu 

Amadureceu o seu Projeto missionário desde sua juventude e o concretou como sacerdote diocesano no contexto piemontês

Importância de ter um sonho, tentar entendê-lo, cuida-lo com paixão e concretiza-lo

Concebeu a sua vida e o seu Projeto – missão como fidelidade a vontade do Pai

Concebeu a sua vida e o seu Projeto – missão como fidelidade a vontade de Deus

Importância do discernimento no Espirito na vida

Amadureceu o seu Projeto na oração, na contemplação de Deus na história e da realidade, no discernimento

Amadureceu o seu Projeto na oração, na contemplação de Deus na história e da realidade, no discernimento

Importância de focar a vida no Projeto pessoal e missionário. Realização

Chamou e formou discípulos (apóstolos, seguidores, homens e mulheres) para estarem com Ele e enviá-los em missão

Chamou e formou discípulos de Jesus para a missão além fronteiras ou ad gentes

Presbíteros, Irmãos Leigos, Religiosas

Importância da proposta vocacional explicita e do acompanhamento na sua consolidação

Levou a sua família de sangue ao discipulado, incluída a mãe.

Quem é aminha mãe e os meus irmãos

Tomou distancia da sua família: “Deus me chama hoje, não sei sim me chamara amanhã o depois”.

Importância da distância per ante a propina família e a sua inclusão na missão

Féis a missão com Maria – mulher e outras mulheres que o serviam com seus bens

(Lc 8,1-3)

Trabalhou com muitas mulheres, organizou as “damas missionárias”, fundou as Missionarias da Consolata

Sem elas, nem Jesus, nem a Igreja, nem nós poderemos viver e fazer a missão.

Enviou missionários com indicações precisas e avaliou com eles as experiencias

(Lc 10,1-4)

Enviou missionários com indicações precisas e avaliou com eles a experiencia a traves dos diários, as cartas e os diálogos

A práxis é uma boa estratégia metodológica: planejamento, ação, revisão - celebração

Anunciou e evidenciou o Reino de Deus com o perdão, as bem-aventuranças, as sanações, a multiplicação e distribuição do pão, a promessa de um céu que já está presente mais ainda não plenamente

Indicou uma filosofia da missão: “eles amarão uma religião que, junto com as promessas da vida eterna, os ajude a serem mais felizes esta terra”.

Anuncio e promoção humana

Uma compreensão binária da missão: servir à vida nesta terra, abrindo-a à eternidade

O processo metodológico de Jesus se percebe a através do amor sem medida, na base da gratuidade, da doação, do serviço até dar a vida. 

Para que a missão seja eficiente e obtenha o fruto procurado deve ser “perseverante, concorde e iluminada”

Se trata do processo do amor que vá da compaixão à misericórdia e destas duas à consolação.

Com Maria – mulher

“Façam o que Ele lhes dizer”

“Ai está sua mãe”

Fez tudo com a Consolata

Ela e a Fundadora

É a nossa querida Consolata

Com Ela partilhamos pelo mundo a “verdadeira Consolação: Jesus Cristo”

Devemos nos esforçar para corresponder ao nome que levamos: Missionários da Consolata

Em Jesus, Palavra encarnada, se cumpriram todas as Escrituras (Lc 4, 18-21; 24,44)

Invita os missionários a fazer da Biblia o seu libro, a telo sempre a disposição, a saboreá-lo.

A Bíblia

Fonte de consolação

Ponto de luz no caminho da vida

“Sejam misericordiosos assim como o Pai de vocês é misericordioso”

(Lc 6,36)

“Primeiro santos, depois missionários”

Quanto mais humanos, mais santos

Quanto mais santos, melhores missionários

 "Porque ele me ama, eu o resgatarei; eu o protegerei, pois conhece o meu nome”

Salmo 91,14 

jueves, 15 de agosto de 2024

Espiritualidad a la mano

  Santidad, camino humano, por gracia divina

Todos nosotros tenemos un camino que recorrer y un destino al cual llegar. Algunos recorren el camino elegido por ellos mismos, a otros les toca caminar por caminos propuestos o impuestos por otros. Unos caminan por caminos ya trillados, otros abren camino al andar. Hay quienes recorren caminos tortuosos, inseguros y hasta peligrosos, mientras otros los encuentran suaves, seguros y hasta amables. ¿Dependerá esto del camino, del ambiente, del tiempo, del caminante o de los acompañantes?

Espiritualidad “A La Mano”

 Espiritualidad es la realidad más profunda del ser humano: el principio y la fuente de las motivaciones ultimas, de donde emanan sus ideales y utopías, en donde se enraízan los valores que inspiran y guían su actuar, de donde brotan la pasión, la indignación y la mística por las cuales vive y lucha y con las cuales contagia a los demás. La espiritualidad ayuda no solo a vivir la muerte, sino a vivir la vida” (antropóloga social y cultural Marta Morente).

No necesariamente está vinculada a una Religión. “La pertenencia religiosa depende mucho de la geografía. Si uno nace en Portugal, muy probablemente sea católico. Si uno nace en Egipto, seguramente será musulmán. El lugar donde nacemos nos identifica con esa tradición religiosa. Pero, sobre todo, “tiene mucho que ver con la historia de la persona: cuáles son las sensibilidades y los valores que ha ido interiorizando a lo largo de la vida y que ahora forman su espina dorsal, que lo guían. Tal vez han sido sembrados en la familia y después los ha interiorizado. Tal vez uno es artista y su manera de leer la vida tiene un toque especial de creatividad. Otro es muy solidario y este valor ha permeado sus relaciones. Otra persona es muy profunda y sabe reflexionar. En todo caso, la espiritualidad abarca un horizonte muy amplio: tiene que ver con la intencionalidad, la profundidad o la capacidad de elevarse de la persona” (teólogo Arnaldo Pangrazzi). 

Lo que es válido para todos los seres humanos, es tanto más imperioso y válido para el cristiano, con la diferencia que la realidad más profunda de su propio ser, el principio vital, la fuerza motora e inspiradora de su vida es el mismo Espíritu de Dios.

Dentro de este marco espiritual, válido para todos los seguidores y seguidoras del Señor Jesús, existen escuelas o líneas de espiritualidad que se diferencian cuando enfatizan algún rasgo específico de la persona de Cristo y hacen de él el eje o hilo conductor de la vida personal o de grupo.

 Espiritualidad de Allamano

Vamos a rastrear juntos esa espiritualidad que encarnó José Allamano y que lo llevó a los altares de la catolicidad.

Como persona individual, José Allamano, bebió de la espiritualidad cristiana familiar, parroquial, eclesial y ambiental, en el Piamonte italiano. Centrada en la oración cotidiana, la vivencia de los sacramentos, particularmente la Eucaristía, en la liturgia, María y los santos, en el amor a la Iglesia, representada en el papa y en las buenas prácticas de urbanidad y civilidad.

La iluminó y afianzó durante su formación en el seminario, los estudios académicos, especialmente moral y sagrada Escritura, lo mismo que con las prácticas apostólicas, como formador, evangelizador y animador.

La forma o estilo que le fue dando a su vida, la transmitió a sus fieles cristianos en el Santuario, a sus formandos jóvenes, seminaristas y sacerdotes, a muchas personas que confiaron a él su orientación espiritual y, definitivamente, a los miembros de los Institutos por el fundados: Misioneros y Misioneras de la Consolata, a los cuales les dijo, categóricamente, “el espíritu se los doy yo”.

Ese espíritu, esa espiritualidad, podríamos decir, esa santidad de vida, fue sometida a estudio por las autoridades de la Iglesia Católica en Italia - Europa, el Kenia – África y en Roraima – Brasil. Al final, fue reconocida oficialmente como buen camino de santidad. Por eso, al proclamar Santo a José Allamano y proponerlo como tal a toda Iglesia Católica y la humanidad en general, se está canonizando también el carisma por él recibido y vivido, estudiado y reflexionado, orado y donado a sus misioneros y, por medio de ellos, a toda la “comunidad de la vida”, para que la “Gloria de Dios” sea anunciada y conocida (Cfr. Is 66,19).

Dios mismo se ha manifestado a través de él, con varios milagros, dos de los cuales han sido reconocidos oficialmente por la Iglesia. Uno en favor de la “Señora Serafina Nyambura, del Kenia, que tenía fuertes dolores abdominales, fiebre, vómito, malestar general causado por un edema en las arterias inferiores que, a pesar del tratamiento médico, empeoraba cada vez más. De pronto experimentó una rápida mejoría e inexplicable curación. El otro, con un indígena amazónico, Sorino Yanomami, víctima del ataque traicionero de un jaguar, que le desgarró el cráneo y le desacomodó el cerebro. Las Hermanas Misioneras de la Consolata, celebrando la Novena al Padre Fundador, pidieron su intercesión ante el Dios de la vida por su curación y para que le ayudara a restablecer la paz y a calmar su angustia. Los médicos tradicionales o "chamanes", mientras Sorino se encontraba en el hospital de Boavita, en manos de los profesionales de la salud occidental, imploraban al Dios de la vida, con sus rituales tradicionales, que calmara el espíritu del jaguar para que no continuara amenazando a sus familiares y mucho menos a Sorino en su proceso de sanación, para que se recuperara el equilibrio y la armonía con la creación.

Un verdadero diálogo intercultural se tejió y se está tejiendo entre la medicina occidental, en el hospital, y la tradicional en la selva, entre la espiritualidad yanomami y la fe cristiana católica, entre las misioneras/os y el pueblo yanomami, entre el pueblo y el resto de la creación, entre los Institutos Misioneros y la Iglesia Particular de Boavista, entre esta y la católica - universal.

Fruto de ese tejido y gracias a la curación exitosa de Sorino y su regreso a la comunidad, que los estudiosos la definieron como milagrosa, porque, ante la incapacidad humana, técnica y científica, “para Dios nada hay imposible”, es que hoy podemos disfrutar la salud de Sorino, su regreso a la comunidad y al trabajo y la declaración de santidad de José Allamano.

Santidad aprobada y propuesta

Esta espiritualidad, estilo de vida y camino de santidad, fue aprobada, respaldada y sancionada por los papas Juan pablo II, con su Beatificación (1990) y Francisco con la Canonización (20 de octubre, 2024), día universal de las misiones, junto a la sede de San Pedro. Allí será propuesta como inspiración para todos los cristianos católicos y toda la humanidad representada en Sorino Yanomami, miembro de un pueblo originario, amazónico, aún no bautizado.

Querido José Allamano

Tú que viviste como hijo y hermano
desde el cielo mira la familia humana
intercede ante el Padre de la “comunidad de la vida”
para que la anime el “espíritu de familia” que propusiste.

Tú que escuchaste y respondiste la llamada del Señor
con prontitud, enérgica confianza   y perseverante decisión
El Señor me llama hoy, no sé si me llamará mañana”
intercede por nuevas vocaciones para la vieja misión
 
Tú que viviste como cristiano y sacerdote diocesano
desde el cielo mira las comunidades, parroquias y diócesis
intercede ante la Comunidad trinitaria
para que el “espíritu de cuerpo” sostenga la sinodalidad.
 
Tú que contemplando el mundo desde la Eucaristía y la Consolata
desde el cielo mira la humanidad en búsqueda de espiritualidad
intercede, con María Consolata, allí en la fuente de la “energía vital”
para que sea el “Otro Consolador” el animador de la vida en aflicción.
 
Tú que convocaste, formaste, enviaste y acompañaste misioneros
desde el cielo continúa con tus santos José Cafasso y Juan Bosco
suscitando misioneros para enviar más allá de toda frontera
en tantas situaciones de prisión, enfermedad y desolación.

En esta espiritualidad ordinaria, común y corriente, cotidiana, cada persona, a los años que tenga, en el oficio que desempeñe, en el estado de vida que se halle, en la profesión que ejerza, puede hacer lo ordinario de manera extraordinaria, con su buena volntad y el apoyo de la gracia bautismal. Nadie necesita hacer cosas extraordinarias, heroicas, milagrosas. Simplemente debe tratar de hacer lo que tiene que hacer, lo ordinario, de manera extraordinaria: “hacer el bien, bien hecho y sin ruido”. Esto está “A la mano” para todo mundo.

viernes, 9 de agosto de 2024

Sinodalidad Esperanza Misión

 Los pueblos Indígenas en la "Comunidad de la vida"

Cristhian Alarcón en la "Comunidad de la vida"

Hoy, 9 de agosto, es un día ordinario que nos brinda una oportunidad extraordinaria para mirarnos como humanidad, interconectada con la “comunidad de la vida”, provocados por la Asamblea General de las Naciones Unidas que, desde 1994 nos ha propuesto reflexionar sobre la presencia de los Pueblos Indígenas en la comunidad humana y planetaria.

Como Iglesia Católica colombiana, en proceso sinodal con todas las iglesias particulares en el mundo, desde la Comisión de Etnias, queremos celebrar esta fecha con Ustedes, pueblos o nacionalidades originarias, en clave de sinodalidad esperanzamisión.

Cuando en la Iglesia hablamos hoy de sinodalidad nos estamos refiriendo a esa experiencia que Ustedes, pueblos indígenas, han vivido desde siempre en las chagras y los tambos, en las mingas y los rituales, en las fiestas y festivales. Ese sentir juntos, conversar entre todos, decidir en comunidad, caminar juntos, trabajar y celebrar comunitariamente, defender juntos, como pueblo, el territorio, la lengua y la cultura. Así la viven ustedes, así la entendemos nosotros, así la queremos vivir con ustedes y todos los pueblos de la tierra. Como familia universal que se respeta, respeta, es respetada y se hace respetar. Todos participando en y de la mesa común. La mesa de la comunidad planetaria. 

(Foto de Carlos Panchis, Embera Chami)

Esta es la esperanza que nos impulsa y atrae. Poder vivir en este territorio común, llamado planeta. Vivir en armonía y en paz, en respeto y colaboración, en perdón y reconciliación, en justicia y equidad, en participación sin corrupción. ¡Qué lindo sería! Un paraíso que vale la pena soñar y construir. Una fiesta mundial de la fraternidad, en el Jubileo de la Esperanza, a la cual nadie debe faltar.

Que eso es una utopía, gritarán. ¡Y, es verdad! Pero nos atrae, nos gusta, nos provoca y nos convoca, se vuelve Misión. Sí, misión aquí, misión allí, misión allá. ¡Vamos! Todos en salida misionera, a trabajar por la paz mundial y la ecología integral. El Dios de la vida nos aplaudirá.

Mensaje de Salvador Medina, pronunciado por el P. Carlos Zuluaga

lunes, 5 de agosto de 2024

Espiritualidad a la mano

 Conversación con José Allamano


Mira desde el cielo de tu santidad
a tus hijos e hijas misioneros
Que podamos complacerte
cumpliendo tu orientación
“primero santos, luego  misioneros”
 
Que podamos
vivir haciendo el bien, bien hecho
 
Asiste con tu presencia paternal
los pueblos y comunidades que servimos
que les anunciemos la “buena nueva”
valorando sus culturas y espiritualidades
promoviendo el bienestar, la justicia y la paz
 
Que logremos
evangelizar, cuidar y promover la vida integral
 
Apóyanos en la búsqueda de nuestro lugar
“ad gentes”, sin descuidar los pobres
“inter gentes”, sin olvidar los lejanos
con los “no cristianos”, sin dejar de dialogar
aquí, allí y allá
 
Que vayamos a anunciar
“la gloria de Dios a las naciones”
 
Sabes de nuestras necesidades
recursos humanos y materiales
entusiasmo y pasión por la misión
compasión por toda la creación
revisión, conversión y reestructuración
 
En esas andamos y esperamos

Intercede por nosotros
santo y humano Fundador
José Allamano Cafasso