sábado, 25 de abril de 2009

Los Afrodescendientes en la Iglesia y la sociedad

MISIÓN DE JESUCRISTO CON EL PUEBLO AFRODESCENDIENTE
La Consolata en Colombia-Ecuador
"En Cristo Jesús ya no hay varón ni mujer, señor ni esclavo, judío ni griego" (Gal 3,28)

Cuando Pablo, el misionero de los gentiles, le escribe a los Gálatas, el mundo griego ya conocía la democracia. Una de las mayores utopías de la historia.
Pero esa democracia griega, base de nuestras mal administradas democracias, excluía expresamente a las mujeres (exclusión por género - sexo), a los esclavos (exclusión por dinero - poder) y a los extranjeros (exclusión por raza - cultura). En ese contexto cultural adquiere valor y cobra su verdadera fuerza el mensaje paulino.
Nos permite constatar la diferencia entre lo que ocurre en las democracias históricas y lo que ocurre en "Cristo Jesús". De esa dimensión nueva es de la que la Iglesia debe ser testigo, señal y garante.
Al servicio de ella es que se coloca la Familia Misionera de la Consolata con sus dos Institutos de hombres y mujeres consagrados para la misión y los Laicos "discípulos-misioneros" de la Consolata.

El Pueblo Afro-descendiente, en larga y extensa diáspora, se encuentra esparcidos por todo el Continente.
Aunque muchos no los quieran ver, ellos están ahí, cantando y danzando al ritmo de los tambores, ofreciendo sus valores originarios y originales para la construcción del mundo, la sociedad y la iglesia comunidad.
Ellos aportan desde su diferencia y claman por respeto, dignidad y oportunidad.


La Familia misionera de la Consolata los acompaña, "está con ellos", "camina con ellos":

  • En Bocachica y María La Baja, Arquidiocesis de Cartagena de Indias, buscando formar "comunidades con corazón y rostro afro-caribeño".
    • En la Arquidiocesis de Cali, coordinando la evangelización de los afro-descendientes en todas las parroquias y acompañando al pueblo en la búsqueda de espacios de participación.
    • En Bogotá, junto con otros Religiosos/as, para favorecer la Formación de los futuros misioneros y apoyar el pueblo afro en la vivencia de su fe.

    Encuentro de la Consolata en Medellín


    Los Misioneros/as de la Consolata que viven y trabajan en el mundo de los Afrodescendientes se encontraron en el Centro de Formación y Animación Misionera de Medellín del 21 al 23 de abril de 2009 para:

    • Releer la historia y el proceso que ha hecho la Consolata, aprovechando la presencia testimonial de los Padres Vicente Pellegrino y Salvador Mura, con quienes se inició en 1983, en Pasacaballos y la islas vecinas, en donde continuan hoy las Misioneras de la Consolata.
    • Compartir, leer, evaluar y celebrar las practicas misioneras del presente
    • Proyectar el futuro dentro del Proyecto Misionero de la Consolata en Colombia - Ecuador

    Misión como encuentro

    Como misioneros, venidos de otros contextos socio-culturales y religiosos, reconocimos que todo encuentro exige conocimiento y reconocimiento, respeto y valorización, asunción y solidaridad de la propia cultura y de la cultura del otro.

    Con esta comprensión de la misión como encuentro, nos preguntamos sobre lo que hemos ofrecido al pueblo de cultura afro y lo que hemos recibido como misioneros e Institutos.

    Al final percibimos, entre sorprendidos y agradecidos que:

    1. Como misioneros/as nacidos para África y enviados allí por el Fundador José Allamano, vinimos en América y encontramos África en la diáspora. Extranjera como los misioneros pero no enviada sino forzada. Fueron ellos, los afrodescendientes, los primeros en acogernos en el Puerto de Buenaventura (1947), iniciando así un camino de gratuidad y reciprocidad.
    2. La Consolata se reconoce y presenta como Familia iinternacional e intercultural y encuentra que el mundo cultural afro también se reconoce y presenta como Familia alargada que valoriza la vida y la pareja, al mismo tiempo que cuida, preferencialmente, de los ancianos y los niños.
    3. Enviados a la misión con la recomendación de priorizar la santidad personal y comunitaria, a través de una espiritualidad afincada en la mesa del pan repartido y el vino ofrecido, los misioneros/as de la María Consolata, conducidos por el Paráclito, se encuentran con la "fuerza vital" o Axé que anima toda la vida, profundamente religiosa, de los Afrodescendientes, respaldados por las divinidades mayores, los espíritus menores y los antepasados. Ambos, ellos y los misioneros, creyendo y sirviendo al mismo Dios padre-madre, creador y providente.
    4. La promoción humana de los misioneros/as y la valorización de la vida, en la diáspora de los afrodescendientes, acumuna resistencia para soñar y trabajar por "otro mundo posible", tal como lo anuncia San Pablo en la Carta a los Gálatas.

    Los misioneros/as nos sentimos llamados a releer y actualizar nuestro carisma, con ele aporte de los Afrodescendientes, mientras ellos hacen relectura y actualización de su cultura con nuestra compañía y colaboración.

    Nota: La proxima cita es durante el EPA continental en Panamá

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