jueves, 11 de junio de 2009

Leyendo los Hechos de los Apostoles

MISIONERO “APTO PARA CONSOLAR”

Equipo Misionero de Antioquia: Bernabé, Pablo y Juan Marcos

Su nombre es José, pero los Apóstoles lo llaman Bernabé, que significa “hijo de la consolación o exhortación”. Él es un hombre del Espirito que no solamente está de paso por Jerusalén como peregrino, sino que también compró allá un terreno. Muchos judíos de la diáspora compraban un campo en Jerusalén por motivos religiosos, para poderse mantener así más vinculados a la tierra santa. Lucas afirma que Bernabé poseía un campo, lo vendió y colocó el dinero a los pies de los Apóstoles” (Hech 4,37).

Aquí no se trata simplemente de un hombre rico que deja todo para hacerse discípulo de Jesús, exigencia presentada por él al joven rico: “Venda todo lo que tiene y distribuya el dinero entre los pobres, así tendrá un tesoro en el cielo. Después venga y sígame” (Lc 18, 18-23). En el caso de los Hechos de los Apóstoles se trata no solo de un acto de desprendimiento, sino de algo más, de una ruptura con el pasado.. Bernabé al vender su campo en Jerusalén, rompe con la institucionalidad judaica y entra en la nueva comunidad misionera y del Espíritu, dirigida por los Apóstoles.

PRACTICA MISIONERA DE BERNABÉ

Hechos 4, 36

José confía en la Comunidad Local: siendo judío, de la clase sacerdotal, se convierte, cambia de comportamiento, de mentalidad, despojándose de las seguridades (vende el campo que había comprado en Jerusalén) y se coloca al servicio de la misión de los seguidores de Jesús Cristo, con espíritu de pobre (cf. Mt 5, 1-12)
En la Comunidad es reconocido y apodado de Bernabé (por su capacidad para...), del griego PARAKALEIN – PARAKLETOS. Este término se usaba para designar el Espíritu Santo y describir su función de Consolador, consejero, ayudante, abogado, o sea PARAKLITO.

Hechos 9, 26-30

Bernabé cree (confía) en el otro, con su individualidad e historia: mientras los discípulos del Resucitado tenía miedo de Saulo, por no creer que fuera discípulo, Bernabé “lo tomó consigo (volverse compañero), lo llevó hasta los Apóstoles (acompañar al otro reconociendo y respetando las mediaciones establecidas y el valor de la comunidad) y le contó... (dar testimonio personal y verdadero, sin prejuicios, de lo que se conoce o se sabe del otro/a). Este es un comportamiento y un proceso de auténtico animador y orientador vocacional.

Hechos 11, 19-24

Bernabé sabe ver la gracia de Dios en las otras Comunidades o Iglesias Locales: escogido y enviado (contar con la confianza de la Comunidad o de la Iglesia Local e ir en su nombre y no a título personal) para Antioquía (cada Comunidad o Iglesia tiene sus características propias) Bernabé llega allá (entra en medio de,,,) y ve la gracia de Dios (discernir, leer la realidad con los ojos de la fe), se alegra (experimentar la consolación) y exhorta (consolar, fortalecer, animar, hacer germinar las semillas ya plantadas...) a la fidelidad y a la transparencia.

Hechos 11, 25-26

Bernabé se sabe insertar y abrir espacio para otros en el lugar de la misión: dejando la Comunidad de Jerusalén (Iglesia Local en donde había nacido para la fe y el discipulado) se traslada para la Iglesia naciente (más necesitada en ese momento, según él mismo había constatado) en Antioquía y va con Saulo (lo busca, lo encuentra, lo lleva, lo presenta y se queda trabajando con él por algún tiempo = actitud de formador que sabe escoger y acompañar a la persona apropiada para el momento y el ministerio apropiado).

Hechos 11, 27-30

Bernabé participa en la organización de la caridad solidaria y “más allá de...”: desprendido y de reconocida honestidad administrativa, es escogido para llevar las ayudas, junto con Sáulo, a los hermanos de Judea, víctimas del hambre. Cumplida la misión volvieron para Antioquía llevando con ellos a Juan Marcos (Hech 12, 25).

Hechos 13, 1-4; 14, 27-28

Bernabé participa de la vida de la Iglesia Local y se mantiene atento y abierto a la acción del Espíritu Santo: junto con Sáulo fue escogido por el Espíritu Santo para la misión de la Iglesia Local de Antioquia.
Es en la Comunidad (Iglesia) orante (celebra el culto del Señor y ayuna) que se manifiesta el Espíritu Santo y llama, escoge, los que El quiere y para la tarea que El mismo les indica (en este caso la misión “más allá de....”, entre los “gentiles”). Es la misma Comunidad que ora, ayuna, impone las manos sobre los misioneros y los envía en “equipo”.
La misma Comunidad (Iglesia) se reúne, al concluirse la misión, para escuchar la narración y el informe misionero.

Hechos 13, 4-12

Bernabé sabe ser primero y pasar a ser segundo en el camino de la misión: el “ equipo misionero”, constituido por el Espíritu Santo – “ sepárenme a Bernabé y a Sáulo para la obra que yo los destiné” (13, 12) – sale de Antioquía, llevando como auxiliar a Juan (13,5). En Patfos el proconsul Sergio Paulo, “hombre prudente” que representa los gentiles abiertos a la evangelización, manda llamar a Bernabé y Sáulo, pues deseaba oír la palabra de Dios (13, 7). Entonces Sáulo, que también se llamaba Pablo, actúa “lleno del Espíritu Santo”. De Patfos pasaron para Perge, en donde Juan los dejó para volver a Jerusalén (13, 13). En este caso Bernabé no es mencionado por su nombre, aunque él siempre mantuviese la primacía hasta el momento (11, 25-30; 12, 25; 13, 1.2.7). Se tiene la impresión que de ahora en adelante es Pablo quien asume el primer lugar. Puede ser que eso incomodó a Juan Marcos.

Hechos 15, 1-35

Bernabé, junto con Sáulo, da testimonio,
delante de la Iglesia de Jerusalén, de la acción de Dios en el mundo de los no judíos, defendiendo así la vocación-carisma para la cual habían sido escogidos por el mismo Espíritu Santo. En la Asamblea de Jerusalén es impugnada la Iglesia de Antioquía: Pedro hace la defensa (15, 6-12), Bernabé y Pablo (en este orden) narran “todos los signos y prodigios que Dios había hecho, por medio de ellos, entre los gentiles” (15, 12), confirmando así la base histórica sobre la cual se fundamenta la argumentación de Pedro, Santiago habla y, al final, emite la sentencia (15, 13-21). Terminada la Asamblea en la Iglesia (hebrea) de Jerusalén, en donde participaron representando a la Iglesia (helénica) de Antioquía, vuelve, con Pablo y otros escogidos, en medio de los gentiles para presentarles las conclusiones, fortalecer las Comunidades y continuar anunciando la Buena Nueva (15, 22-35).

Hechos 15, 36-40

Bernabé enfrenta los conflictos que surgen por causa de la misión, “ad intra” (dentro del Equipo Misionero y de las Iglesias Locales) y “ad extra” (en el encuentro con los Judíos y los Gentiles).
Ya acompañamos a Bernabé en los viajes misioneros y en la asamblea de las Iglesias y pudimos ver como enfrentó las diferentes situaciones, veamos ahora como enfrenta el conflicto dentro del “Equipo Misionero”: en Antioquía Pablo toma la iniciativa (ya no el Espíritu Santo) y propone a Bernabé la visita a las Comunidades ya evangelizadas. Bernabé acepta pero quiere llevar también a Juan Marcos. Pablo se opone, pues él se había separado de ellos en Perge, no acompañándolos en la “obra” (13, 13). Como cada uno insistiera en su posición, ocurrió una ruptura en el “Equipo Misionero” escogido por el Espíritu Santo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola padre, gracias por esta reflexion que un poco a la vez leerè. Entonces en Colombia como segue la vida? Y en las misiones??
Dentro de pocos días será gran fiesta por imc.... Un saludo con carino a usted y por primeros a todo los misioneros que trabyan en el Caquetà y tambien a los otros. Un abrazo con amistad desde Italia.Lucia Pagnossin