La Región IMC, Colombia-Ecuador
Perú en el planeta, vista desde afuera
Infografía en la
Conferencia Regional
En
esta era planetaria de la humanidad (Boff), los astronautas salieron y vieron
el planeta tierra desde afuera. Muchas reflexiones e investigaciones nos van
ayudando a entender que planeta y humanidad son una misma, porque tienen un
mismo origen y un mismo destino; que tierra, sociedad y compromiso ético están
íntimamente conectados por la vida.
Los fotógrafos y científicos, han venido definiendo
nuestro planeta como un pequeño “punto de luz pálida”, nuestra casa común, “el
único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al
menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar,
sí. Colonizar, aún no” (Sagan).
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Vamos a mirar la imagen pensada por los
misioneros y pintada por Omar:
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La
mirada planetaria nos permite percibir que el territorio puede contener el
planeta, recibir de él y ofrecerle al mismo tiempo, en una dinámica de
reciprocidad complementaria.
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La
mirada desde el espacio no nos señala fronteras, a no ser las de los colores,
en cambio, sí aparecen muchas cuando miramos desde el territorio.
La mirada planetaria permite elaborar un
nuevo pensamiento, genera nuevos sentidos. A nosotros, Misioneros de la
Consolata en búsqueda de la “continentalidad” y participantes en la Iglesia
Católica como miembros de una Institución planetaria, con un Carisma misionero
ad gentes, nos exige y facilita la elaboración de nuevos mapas humanos,
interculturales y misioneros.
Los Colores de la Icona de la Consolata,
azul - verde y rojo, que alguna vez, durante la persecución de los misioneros
italianos en Abisinia, hoy Etiopia, les sirvieron de bandera protectora, hoy,
vistos desde el espacio, se diluyen en ese “blanco azul” del manto universal y
el “verde niño” de los biomas, impregnados de minúsculas luciérnagas y
vinculantes heliconias, como el de la amazonia refrescada por el viento
espiritual en movimiento, la “ruaj” universal preñando la creación. Al fondo la
estrella solar que alumbra el todo y las partes, como el hombro de la mujer.
Nuestra principal fuente de energía, que se manifiesta, sobre todo, en forma de
luz y calor.
Recostada en la cóncava y fértil canoa
colombiana, conectada desde el color “café tierra” de su geografía, la mujer
mestiza con aire indígena, va tejido con hilo “azul agua” la amazonia
ecuatoriana, peruana y continental. En su vientre brilla la creatura amarilla
prestes a nacer. La mujer, que puede ser la misma amazonia, la Iglesia o el IMC
en la Región, va rumiando, con serena austeridad, “el coraje de cambiar”.
Cambiar, cambiar, cambiar en lo físico y en lo mental, cambiar en lo
psicológico y lo espiritual. Ser madre de una nueva creatura para contemplar,
cuidar y acompañar.
Una Región en el Instituto, como la de
Colombia-Ecuador-Perú, que quiera revitalizarse y reestructurarse tiene que
tener la conciencia y “el coraje de cambiar” progresiva, no bruscamente. Como
la mujer, debe ser bien consciente de los cambios que deberá enfrentar en su
mentalidad y comprensión, en sus sensaciones y visiones, en sus sentimientos y
actitudes, en sus hábitos y tradiciones, en su organismo y organizaciones, en
sus prácticas y acciones. Solo así podrá engendrar, gestar y alumbrar, dar a
luz y ayudar a crecer la nueva creatura, la nueva Región, sin perder ni olvidar
el camino recorrido hasta la última menstruación. El cambio no se improvisa, se
prevé y se organiza. Una vez reconocido, debe de ser planeado con buenas
asesorías y monitoreado, para que sea placentero y conduzca a feliz parto.
Las
Miradas
seducen y aproximan, rechazan y alejan
desde afuera, del cosmos, ofrece visión
y alimenta la utopía
desde adentro, del territorio, pide
acción y alimenta la raíz
¿Desde dónde, como misioneros, queremos o debemos mirar la
misión?
3 comentarios:
Muy interesante rica y planetaria tu lectura de la imagen...Gracias.
Armando
Muy lindo e interesante la reflexión
Hernando
Excelente. Muy interesante la figura metafórica de rumiar. Esto significa volver a masticar o masticar por segunda vez desde adentro, esto es para mi, como un volver a la fuente, a los orígenes fundacionales para actualizar y así tener el coraje de CAMBIAR. El cambio es bajo la mirada atenta desde la MATERNIDAD, primero desde el dolor del parto que co-crea, desde el CUIDADO intenso que ve crecer, desde la mirada planetaria que lo cubre todo hasta el mismo final de la muerte que entrega su sangre por los demás.
Gracias.
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