viernes, 13 de diciembre de 2024

Consolación en el miedo

 Consolación en el miedo

Todos conocemos el miedo
a los animales los impulsa a enfrentar o a huir
a los humanos los alerta ante expectativas o suposiciones.
A veces desafía o paraliza, asusta o espanta, confunde o esconde.
Habita como sentimiento que domina y encoge.
 
No es efecto sin causa
pesa en la conciencia traumática del pasado
sorprende ante los desafíos del presente
obnubila las visiones del futuro.
Ahoga la esperanza y debilita la confianza.
 
Cuando conocido, puede ser reconocido y desvelado
identificado, enfrentado, tratado, superado.
No teman, grita el Profeta al Pueblo de Dios
No tengan miedo, exhorta Jesús cuando envía
No tengas miedo susurra María en el Tepeyac mexicano
Coraje, con la mano en el corazón, ofrece San José Allamano.
 
La fe genera la confianza que vence al miedo
Dios dice al pueblo antiguo
“no temas, porque yo estoy contigo;
no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré;
te sostendré con mi diestra victoriosa”.
 
El Ángel Gabriel le dice a María
“No tengas miedo, María
Dios te ha concedido su favor
Quedarás encinta y darás a luz un hijo,
 le pondrás por nombre Jesús.
 
Jesús dice a sus discípulos
 “no tengan miedo … soy yo … estoy con ustedes
no tengan miedo a los que matan el cuerpo
¡Levántense, no tengan miedo!”  
 
La ternura acogedora auyenta el miedo
Dice la “morenita” al indígena Juan Diego
“Que nada te angustie y te perturbe.
¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu madre?”
“Estaré siempre dispuesta a escuchar su llanto, su tristeza,
para purificar, curar todas sus miserias, sus penas, sus dolores”.
 
“Coraje y adelante en el Señor”
 Dice San José Allamano a sus misioneros

1 comentario:

Anónimo dijo...

ndudablemente. Vencer el miedo por medio de la fe implica confiar plenamente en algo superior, como Dios, y recordar que no estamos solos. La fe brinda esperanza, fuerza y perspectiva para enfrentar desafíos. Reafirmar creencias a través de la oración, la reflexión y la acción valiente ayuda a transformar el miedo en confianza y paz interior. (Jesús David - Cucho, de Bucaramanga)